El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha exigido al Gobierno una política energética, con todos los agentes implicados, que impulse un plan de reindustrialización que "no lleve a ningún cierre de empresas ni a despidos masivos de trabajadores".
Álvarez ha realizado estas declaraciones tras la visita hoy a la Central Térmica de Andorra (Teruel), junto a los secretarios generales de UGT Aragón, Daniel Alastuey; FICA UGT, Pedro Hojas; FICA UGT Aragón, José Juan Arcéiz, y de la Sección Sindical de UGT en Endesa, Manuel Jaramillo, informa el sindicato en un comunicado.
Este encuentro se enmarca dentro del plan de trabajo de la Comisión Ejecutiva Confederal de UGT, que en esta ocasión se celebra en Zaragoza y donde se visita una empresa con especial significación para la zona.
Según, Alastuey la elección de la Central Térmica de Andorra obedece a que "representa un problema laboral de primer orden" donde no existen demasiadas "iniciativas industriales y porque representa una "contradicción" que se cierre una actividad que "fija población" cuando uno de la problemas de Aragón es precisamente la demografía.
Álvarez ha abogado por revisar las políticas en relación al sector energético en el país porque cuestionan de "manera clara el plan del carbón que prevé el cierre en 2018".
También ha calificado de "gran irresponsabilidad" la renuncia a una energía como el carbón que ha permitido el desarrollo del país los últimos años" y ha apuntado que otras tienen que desarrollarse y formar parte de las prioridades del país como la energía solar y la eólica, sin tener que renunciar a una fuente de energía vital para las condiciones de vida del conjunto del país como el carbón.
En este sentido, ha recordado: "Alguien debería pensar que con las comarcas mineras hay una deuda histórica que nos ha permitido que el país se haya desarrollado como lo ha hecho. No se le puede dar la espalda al carbón".
Para Álvarez es "un escándalo" y un "expolio en toda regla" que Enel se plantee la posibilidad de cerrar después de llevarse sus beneficios al extranjero.
"Cómo van a cuestionar -ha dicho- si la inversión es alta o no cuando nos han expoliado más de 20.000 millones de euros en los últimos 6 años. El Congreso debería analizar qué ha habido detrás de la venta de Endesa tal y como se vendió, cómo se expolió a nuestro país de un elemento tan importante como es esta empresa".
Ha recordado que la empresa ha tenido "1.400 millones de euros de beneficio en 2017, 1.500 millones se prevén en 2018 y 1.700 en 2019", y pone de manifiesto que "no pueden cuestionar la inversión necesaria para poder mantener las dos centrales térmicas abiertas. No hay argumentos para no hacerlo".
Además, ha reiterado que "si quieren hacer planes de reinversión y reindustrialización, que los hagan", pero sin condicionarlos a ningún cierre, porque "cuando se condicionan a esto están abocados al fracaso" y no han funcionado en ningún sitio.
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