La transición hacia una economía descarbonizada se acelera en Europa, y las empresas españolas tienen ahora ante sí una oportunidad única para liderar este cambio. La reciente convocatoria del Fondo de Innovación (IF24) de la Comisión Europea, dotada con 4.600 millones de euros, marca un hito en el apoyo a proyectos que promuevan la sostenibilidad y la competitividad industrial.
Este presupuesto se reparte en tres áreas clave: 2.400 millones de euros para proyectos de descarbonización en sectores intensivos en energía, almacenamiento energético y tecnologías de hidrógeno; 1.000 millones para la fabricación de baterías para vehículos eléctricos; y 1.200 millones destinados a la segunda subasta del Banco Europeo del Hidrógeno, que busca impulsar la producción de hidrógeno renovable.
España, que ha anunciado su participación activa en este mecanismo europeo, complementará estos fondos con recursos nacionales. Esto representa una oportunidad estratégica para nuestras empresas, ya que podrán acceder a financiación adicional y aprovechar el marco de "Subvenciones como servicio", diseñado para agilizar la asignación de recursos.
Acceso complejo
Sin embargo, el acceso a estos fondos no está exento de desafíos. Participar en las convocatorias del IF24 implica enfrentarse a un proceso técnico y competitivo que requiere una sólida preparación. Esto es especialmente relevante para las medianas empresas, que a menudo carecen de los recursos y la experiencia necesarios para competir en igualdad de condiciones.
En Baker Tilly hemos identificado tres pilares clave para maximizar las posibilidades de éxito en este tipo de convocatorias:
Preparación técnica exhaustiva: Las bases de las convocatorias exigen la presentación de proyectos técnicamente sólidos, respaldados por estudios de viabilidad y un cumplimiento riguroso de los requisitos europeos.
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