Renovables

Una salida de Iberdrola de Siemens Gamesa no obligaría a la alemana a lanzar una OPA sobre los accionistas minoritarios

Ningún comentario

No es ningún secreto que andan las cosas revueltas entre los principales accionistas de Siemens Gamesa. El próximo 23 de marzo se reúnen en la Junta donde Iberdrola ha querido incluir varios puntos en el orden del día para que el Grupo Siemens demuestre que se va a cumplir el pacto parasocial que firmaron antes de la fusión, en junio de 2016.

Un pacto parasocial que en su cláusula nº 8 incluye, entre otras, que durante el 'periodo interino', durante el proceso de integración de las dos compañías, Gamesa Corp. y Siemens Wind Power, el nombramiento de consejeros permita a Iberdrola mantener a varios de una lista proporcionada por esta compañía o que tenga "derecho a proponer un candidato para el cargo de Director Financiero cuando este periodo de integración haya transcurrido y, en cualquier caso, no más tarde del transcurso de los dieciocho meses siguientes a la fecha en que la fusión sea efectiva", o que el "domicilio social y la sede operativa del negocio onshore, la sede efectiva y operativa como sociedad matriz permanezcan localizados en España".

Por eso, Iberdrola ha pedido que se incluyan varios puntos en el orden del día donde se detallen las medidas para garantizar el cumplimiento de los compromisos asumidos sobre el mantenimiento en España del domicilio social, la sede efectiva y operativa de la sociedad matriz del grupo y que se desgranen los compromisos para que la sede del negocio de aerogeneradores terrestres (onshore) continúe en España.

Además, Iberdrola ha pedido incluir otro punto para reforzar el gobierno corporativo de Siemens Gamesa y proteger a los accionistas minoritarios frente al mayoritario (Siemens).

Dispensa firme de la CNMV

La fusión se acordó en 2016 por la cual los activos y pasivos de Siemens Wind Power (el 100%) se integraban en Gamesa a cambio de acciones de ésta. Para ello, la compañía vasca tuvo que realizar una ampliación de capital, que fue suscrita íntegramente por la compañía alemana, y las acciones del recién creado gigante eólico quedaban distribuidos de la siguiente manera: el Grupo Siemens con el 59% (controla la compañía fusionada), Iberdrola el 8% y el resto de accionistas minoritarios (free float) el 33% restante.

Según el RD 1066/2007, de 27 de julio, sobre el régimen de las ofertas públicas de adquisición de valores, "se entenderá que una persona física o jurídica tiene una participación de control de una sociedad cuando alcance, directa o indirectamente, un porcentaje de derechos de voto igual o superior al 30%", y por tanto "quedará obligado a formular una oferta pública de adquisición por la totalidad de los valores y dirigida a todos sus titulares a un precio equitativo quien alcance el control de una sociedad cotizada".

"Como en cualquier fusión, la sociedad absorbente (en este caso Gamesa) adquiere la totalidad del patrimonio de la sociedad absorbida (Siemens Wind Power) y en contraprestación aumenta su capital emitiendo nuevas acciones que son entregadas a los accionistas de esa sociedad absorbida; es así como el Grupo Siemens tomó el control de Gamesa", explica a este diario Vicente Conde, socio de la firma internacional de abogados Osborne Clarke, "y aunque la norma prevé que cuando se toma el control de una sociedad cotizada se tenga que realizar una OPA por el total de las acciones, hay excepciones que permiten solicitar una dispensa a la CNMV para evitarlo".

"Si es una fusión cuyo objetivo principal no sea tomar el control de la compañía, aunque el control se obtenga de forma sobrevenida, sino que tiene objetivos industriales o empresariales de negocio, y se justifica adecuadamente a la CNMV, es posible obtener esa dispensa, y eso es lo que ha ocurrido en este caso", añade el letrado, "así que hubo una solicitud de dispensa al organismo regulador y aceptación por parte de éste, una decisión que ya tiene varios precedentes, por lo que no es nada extraño".

Además, puntualiza Vicente Conde, "podría quedar una mínima duda de que la resolución pudiera quedar comprometida si hubiera sido una dispensa no firme, pero como sí que lo es, no hay ninguna base legal para romperla y obligar al Grupo Siemens a realizar una OPA por el total de las acciones que no tiene bajo su control".

Incumplimiento del pacto parasocial

Por el momento las dos partes aseguran que nadie duda de que se haya incumplido o se quiera incumplir el pacto parasocial. Según fuentes de la eléctrica española, Iberdrola está "alineada" con los intereses de la compañía eólica y trabajarán para que se estabilice cuanto antes, crezca y mejore su gobernanza, una posición que confirmó el CEO de Siemens Gamesa, Markus Tacke, hace unas semanas ante la prensa.

Pero el matrimonio corporativo entre las dos firmas no pasa por su mejor momento. Sánchez Galán ha dado ya varios toques de atención a la alemana diciendo en alguna ocasión que "no podemos estar contentos con una compañía que ha perdido más del 50% de su valor en seis meses. Cuando ves cosas como la que estas viendo, que hacen un profit warning y casi te enteras por el periódico de que lo van a hacer, que cambian personas de alto nivel...pues piensas que estamos enloqueciendo y algo está fallando".

Si la situación no mejora, e Iberdrola considera que se ha incumplido alguna de las cláusulas del pacto parasocial, podría disponer del derecho a vender las acciones de Gamesa a Siemens y ésta estaría obligada a adquirirlas. "Sujeto a lo establecido en la Cláusula 12.5, el precio de adquisición será el mayor de (a) 22 euros por acción o (b) el precio de cotización al cierre del mercado de las acciones de Gamesa en el día en que se produzca el Incumplimiento más una prima del 30%", dicta el acuerdo.

"El pacto solo tiene fuerza entre las dos partes, y por tanto el Grupo Siemens solo tendría la obligación de comprar las participaciones de Iberdrola, y no la del resto de accionistas, aunque al Grupo Siemens le da igual tener un 59% o un 67% desde el punto de vista legal", concluye el jurista de Osborne Clarke.

Aunque sí tendría importantes repercusiones económicas para la multinacional alemana. Actualmente, la participación de Iberdrola en Siemens Gamesa está valorada en unos 573 millones, por lo que podría ingresar unos 1.100 millones de euros si se activase la cláusula 12.

"Si Iberdrola ejecuta el pacto parasocial, los alemanes tendrían libertad total para controlar y decidir sobre el futuro de Siemens Gamesa", explican fuentes sindicales a este diario, "por ejemplo, podrían cambiar la sede social y llevársela a su país, incluso podría cotizar en Frankfurt, o decidir sin presiones cuál sería el futuro industrial y laboral de la compañía".

Noticias relacionadas

No hay comentarios

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios