Uno de cada tres camiones deberá ser eléctrico en 2030 para cumplir el Acuerdo de París

Un estudio encargado por el Ministerio de Medio Ambiente holandés concluye que, en 2030, uno de cada tres camiones tendrá que ser eléctrico si la Unión Europea quiere cumplir los compromisos de la Cumbre del Clima de París. El informe ha sido realizado por la empresa independiente de investigación TNO, especialista en estudios sociales relacionados con transiciones o cambios tecnológicos.

El objetivo de la Unión Europea para la reducción del CO2 en el transporte en 2030 se corresponde con el objetivo intermedio firmado en la COP21 de limitar el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 1,5ºC con respecto a los niveles preindustriales. El estudio estima que las emisiones de CO2 producidas por los combustibles convencionales se puede reducir en 2030 en un 28%. Según concluye el informe, para su cumplimiento se requieren una serie de impactos combinados.

En primer lugar, es necesario mejorar la logística para reducir el número de kilómetros que realizan los vehículos, evitando rutas excesivamente largas y recorridos sin carga o con cargas incompletas.

Además, es necesaria una reducción del consumo de combustibles convencionales en el segmento de los vehículos de transporte pesado, en favor de una mayor proporción de biocombustibles producidos de forma sostenible o combustibles con bajas emisiones de C02.

Por último, y no por ello menos importante, fomentar el uso y la proliferación de vehículos cero emisiones, especialmente los camiones eléctricos alimentados por baterías, en el sector del transporte de mercancías por carretera, que deben alcanzar una cuota de mercado del 33%.

Según los autores del informe la tecnología necesaria para los vehículos pesados totalmente eléctricos movidos por una batería de alto voltaje es técnicamente factible. En 2025 estos vehículos serán competitivos económicamente en un limitado segmento del mercado. Sin embargo, a partir de 2030, los camiones eléctricos de gran tonelaje serán competitivos respecto a los movidos por combustibles fósiles para la mayoría de los usos actuales.