El Tribunal Supremo ha avalado la exclusión del régimen de ayudas a turismos, autobuses o autocares y furgonetas o camiones ligeros propulsados a gas del Plan Moves, aprobado por el Gobierno a través de un real decreto en febrero de 2019, al considerar que ya cuentan con un trato fiscal más favorable.
Así lo ha concluye una sentencia de la Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, que desestima el recurso de la Asociación Española de Gas Licuado contra este real decreto, considerándolo, así, ajustado a derecho.
El Alto Tribunal concluye que el plan está justificado "suficientemente" debido a la situación del mercado --con una equiparación de precios de los vehículos ligeros de GLP y Gas Natural con los de combustión tradicionales--, así como por la priorización de las tecnologías que más contribuyen a la descarbonización y que tienen más dificultades para su comercialización.
Eso no impide, añade la sentencia, que los vehículos cuestionados y excluidos cuenten con determinadas ventajas fiscales en la medida que se les reconoce un papel relevante en el período de transición hacia un parque de cero emisiones.
En este sentido, destaca el trato favorable que tiene el GLP a nivel fiscal respecto al resto de combustibles y aclara que este apoyo fiscal, a efectos de amortizar la adquisición del vehículo, es superior a la ayuda que se le pudiera otorgar en el marco del programa de ayudas.
MÁS IMPUESTOS QUE AL GASÓLEO Y GASOLINA
La Sala recuerda que el impuesto a aplicar al GLP, según la ley de impuestos especiales, asciende a 128,67 euros cada 1.000 litros, frente a 527,3 euros del gasóleo y 653,58 euros de la gasolina.
"Hay que destacar que energéticamente requiere mayor consumo en unidades energéticas que el diésel y ligeramente mayor que la gasolina, pero, debido al trato fiscal favorable, el coste económico en combustible es competitivo", argumenta la sentencia, que señala un precio de venta de combustible entre un 15% y un 25% menor por kilómetro recorrido frente a la gasolina.
Además, asegura que el hecho de haber dado ayudas en planes anteriores, como argumenta el recurrente, no es razón para seguir dando ayudas 'sine die': "Por el propio espíritu de cualquier ayuda pública, estas se dirigen a incentivar aquellas tecnologías que contribuyan a la finalidad del programa y que se encuentran en una situación de mercado, que, sin ayudas, difícilmente se comercializarían".
Sin embargo, el plan si mantenía las ayudas a los vehículos pesados propulsados con GLP, por la contribución a la mejora de calidad del aire que pudiera tener el uso de GLP en vehículos pesados de transporte de mercancías.
Por último, afirma que el fin del programa Moves es frenar el cambio climático y que el GLP o Autogas "no es una tecnología que contribuya significativamente a la finalidad del programa, que es la descarbonización del transporte", aunque reconoce la contribución de este tipo de vehículos en la transición energética y a mejorar la calidad del aire.
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