A la crisis de Volkswagen se suma ahora una reducción de sus matriculaciones, con especial foco a los eléctricos. El Gobierno, no obstante aprueba una reducción de impuestos a la compra del coche eléctrico
Históricamente, más cuando hablamos del sector del automóvil, Alemania ha sido considerado como un pilar firme y robusto dentro del Viejo Continente. Sin embargo, en los últimos tiempos, esta fortaleza se ha tambaleado de manera considerable. Aunque lejos ya, los ecos del dieselgate siguen dando ciertos coletazos dada la reciente comparecencia del por aquel entonces CEO de la marca, Martin Winterkorn, a lo que se acaba de sumar la posibilidad de que Volkswagen cierre, por primera vez en su historia, una de sus fábricas germanas. En este clima de inestabilidad, la guinda (en el peor sentido) la ponen unas ventas de coches que no acaban de despegar.
Cierto es que muchos podríais pensar que “suficiente tenemos en España con las matriculaciones” como para encima preocuparnos de las de Alemania, pero como te decíamos al comienzo, que el corazón de Europa no funcione correctamente es motivo de preocupación. Y es que las ventas de turismos en el país teutón cayeron durante el mes de agosto nada menos que un 27,8%, registrando 197.322 unidades. La caída es especialmente representativa dentro del sector eléctrico, donde las ventas cayeron en este octavo mes en un 69%, dejando la cuenta en solo 1.615 unidades.
Reimpulso eléctrico
Quizá por ello, para frenar este ambiente de indecisión e inestabilidad, el gobierno alemán aprobó ayer miércoles un paquete de incentivos a la compra del coche eléctrico, entre los que se contempla una reducción de impuestos por un importe medio anual que, según los cálculos del Ejecutivo de Olaf Scholz, será de hasta 465 millones de euros entre 2024 y 2028. Según el proyecto aprobado por el gabinete germano, las empresas podrán deducirse hasta el 40% del valor de los vehículos eléctricos y de cero emisiones recién adquiridos de la declaración de impuestos durante el año de compra, cifra que se irá reduciendo progresivamente hasta alcanzar 6% al final del ciclo proyectado para antes de final de década.
Problemas en la producción
Asimismo, existen ciertas problemáticas relacionadas con la producción de coches. Y es que en lo que llevamos de año, la fabricación de coches ha caído cerca de un 2%, con 2,7 millones de unidades producidas, cifra que podría haber sido peor de no ser, precisamente, por la mejoría experimentada en el pasado mes de agosto, donde las 313.700 unidades sacadas de las líneas de montaje supusieron un 24% más que en comparación con agosto de 2023.
Unos problemas de producción que vienen a colación de la intención de, precisamente, el Grupo Volkswagen, de cerrar alguna de sus factorías alemanas para así ajustar y ahorrar los costes. Y es que desde la cúpula del grupo han admitido que les faltan ventas equivalentes a la producción de dos de sus fábricas, es decir, de unos 500.000 vehículos.Berlín admite que esta no es solo una crisis laboral, sino que la estabilidad de Volkswagen es vital para asegurar las cadenas de suministro automovilísticas europeas en un momento de fuerte competencia con la irrupción de las marcas chinas en los mercados comunitarios y las guerras comerciales abiertas con Pekín, a la espera de lo que pueda suceder con respecto de Estados Unidos ante el resultado de las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre.
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