Las diferencias entre Vestas y el comité de empresa de la fábrica de Villadangos del Páramo (León) son abismales. La eólica danesa les ha presentado un plan de indemnizaciones de 33 días por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades, la subrogación de los contratos de los que se trasladen a otras plantas, tanto fuera como dentro de España, y un plan de recolocaciones en la provincia con un margen de 24 meses, según Leonoticias.com. Y todo con una fecha tope: el 10 de octubre para ponerse a trabajar y terminar con la producción pendiente.
Una propuesta muy alejada de la de los sindicatos que han pedido una indemnización de 87 días por año trabajado (la plantilla ha llegado a pedir 97 días), y mantener la actividad hasta el 30 de junio de 2019 mientras se busca un nuevo proyecto industrial. También quieren que Vestas le ceda gratuitamente sus terrenos e instalaciones a un tercero que ofrezca un proyecto industrial que dé garantías a los puestos de trabajo que existen hasta la fecha.
Con estas posiciones, la negociación se torna muy complicada. "Es que en la anterior reunión la empresa manifestó que tomaría como punto de partida las cifras de la última propuesta realizada en el periodo de huelga", en agosto se hablaba de una indemnización de 55 días por año trabajado, "y en esta ultima reunión las cifras que han dado para el ERE están muy por debajo de esa última propuesta", explican fuentes sindicales.
Sin embargo, reconocen que "los trabajadores tienen el empeño de cerrar un acuerdo y que se acabe esta agonía, y aunque no van a firmar cualquier acuerdo a estas alturas, tienen ganas de cerrar este capítulo".
Entrando en los detalles, Vestas incluye un plan social del ERE de cese de actividad para los 367 trabajadores excepto a los únicos seis mayores de 61 años, que accederían a una jubilación anticipada. Tampoco afectaría a los 15****directivos de la fábrica y que realizan su trabajo a nivel mundial a pesar de tener el contrato laboral en León.
Además, según adelanta el diario provincial, de los que se trasladasen a otra fábrica de Vestas en España, (Daimiel o Viveiro), la compañía abonaría los gastos de traslado y a sus familias. Si se van fuera de España, se subrogarían los contratos y accederían a una indemnización de 20 días por salario con un tope de doce mensualidades.
Parece una interesante salida laboral para los trabajadores si no fuera porque la eólica danesa no precisa cuántos puestos de trabajo se ofrecen en otras plantas. En su lugar, dice que estarán sujetos a la oferta mundial de la compañía.
Y no debe haber mucha oferta porque, por otro lado, ofrece un plan de recolocación con una duración de 24 meses (seis meses es el mínimo legal) con el objetivo de recolocar al 80% de la plantilla fija. Su objetivo es mantener abierta la planta hasta el 31 de diciembre de este año.
Propuestas de los trabajadores
Pero ninguna de estas opciones les parecen buenas a los trabajadores. "La plantilla siempre ha mostrado voluntad de llegar a un acuerdo y ha ido modificando poco a poco sus propuestas buscando soluciones", dicen fuentes sindicales, "pero aún están muy lejos de lo que creen justo".
El comité de empresa pide una indemnización de 87 días, la cesión gratuita de las instalaciones y terrenos a la nueva empresa que quiera iniciar un nuevo negocio y, mientras aparece el interesado, mantener y garantizar la operatividad de la unidad productiva como mínimo hasta el 30 de junio de 2019.
Respecto a las jubilaciones anticipadas, proponen ampliarlas hasta los 54 años. Esto ampliaría el número desde los seis mayores de 61 hasta medio centenar de trabajadores. También exigen el mantenimiento del seguro médico al menos durante todo el 2018, una bolsa de empleo que garantice la incorporación obligatoria de todos los trabajadores cuando la nueva empresa inicie su actividad en Villadangos y la creación de una comisión de seguimiento.
Sea como sea, Vestas ha puesto como fecha límite el próximo 10 de octubre. "Esta semana ambas partes se van a reunir mañana, tarde y noche hasta que se firme un acuerdo", concluyen las fuentes, a partir de entonces, la plantilla deberá volver a sus puestos en la fábrica para terminar lo que dejaron sin hacer en julio cuando se iniciaron las movilizaciones. También aquí hay una propuesta de la dirección de la compañía: los que se incorporen al trabajo recibirán a mayores un incentivo equivalente al 25% del salario diario y los que no sean necesarios se les incluirá en un plan de formación o se les dará permisos retribuidos con el 100% de sus salarios.
Paralelamente, las reuniones entre Ministerios de Industria y Transición Ecológica, Vestas, Junta de Castilla y León, sindicatos y la Fundación Anclaje están paralizadas. "Por el momento no tenemos noticias" señalan las mismas fuentes, y eso que hace más de una semana el Gobierno central anunció a bombo y platillo un acuerdo inminente, "a falta de unos flecos", dijeron.
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