VÍDEO| Prueba del Alfa Romeo Tonale MHEV 130 CV: la nueva orden

Quien conoce la historia de Alfa Romeo sabe de sobra que sus modelos están directamente ligados con la emoción. No vamos a repasar todos los éxitos históricos de la misma pero sí es cierto que en la última década ha estado definida por dos modelos: el Giulia y el Stelvio y que no han llegado a ser suficientes para lanzar a la marca como el fallecido Sergio Marchionne hubiera querido… hasta ahora. Porque Alfa ya tiene la tercera pata de su banco, el nuevo Tonale que hoy en El Periódico de la Energía analizamos en profundidad descubriéndote por qué es un modelo revolucionario para la propia marca y por qué deberían temerle el resto de contendientes.

Gira cuellos

El Tonale entra de lleno en el segmento más popular del mercado: los C-SUV aunque en este caso con un fuerte componente Premium. Mide 4,53 metros de largo por 1,84 de ancho y 1,60 de alto rivalizando directamente con los Audi Q3, BMW X1, Mercedes-Benz GLA, Lexus NX, Jaguar E-Pace o Volvo XC40, entre otros. Por diseño, mantiene la línea escultural vista en sus hermanos de gama, con un frontal afilado y muy esculpido presidido por una gran calandra o por unas ópticas claramente inspiradas en las del espectacular Sprint Zagato de 1989. Sin salir de la iluminación, nos vamos a la zaga con una tira de LED que conecta los grupos ópticos traseros y que le dota de mucho carácter.

Pero en mi opinión, la zona que más me gusta es sin duda el lateral. No, no es un SUV coupé y no pretende serlo estéticamente, pero sí enfatiza su deportividad con elementos como estas llamativas llantas de aleación de 20” heredadas directamente de las versiones Quadrifloggio de la marca y que, eso sí, cuestan 1.200 euros. Hablando de precio, este bellísimo color Verde Tri Capa es también opcional y cuesta 1.513 euros. Si tenéis que elegir un color para el Tonale, que sea en este Verde, Azul o en Rojo. Por cierto, si veis en la aleta la palabra Speciale, olvidadla, se trató de una serie especial de lanzamiento determinada por innumerables elementos de equipamiento.

Calidad conectada

De puertas para dentro el Tonale sí muestra una evolución frente a los Stelvio y GIulia. No lo decimos por calidad, donde cubre de sobra con una elección de materiales muy buena, sino por digitalización pues cuenta con un cuadro de instrumentos de 12,3 pulgadas o una pantalla central panorámica de 10,25”. De la primera destacamos su diseño y su amplio número de menús mientras que de la segunda nos llama la atención lo rápida que resulta pese a que algunas pantallas tengan unos gráficos mejorables. La ventaja, que integra sistemas como Amazon Alexa, tiene 4G y se actualiza de manera remota

Las plazas traseras están bien sin ser para tirar cohetes. Es correcto tanto en el espacio para las rodillas como para la cabeza, permitiendo acomodar a un adulto de 1,80 metros sin problemas. Estos llegan a la hora de hablar de su anchura, mucho más limitada para meter tres personas, siendo lo óptimo que viajen dos. Por confort, tenemos salidas de aire e incluso u par de tomas USB. Un poco más atrás, el Tonale destaca por ofrecer un maletero bastante capaz. Se accede mediante un portón eléctrico que viene de serie en los niveles más altos dejando un hueco de 500 litros que incluye un doble fondo bastante práctico. Al abatir los respaldos en una proporción 40:20:40 se amplía hasta los 1.500 litros.

Tira de kilowatios

En marcha, lo más destacable de este coche es que se trata del primer Alfa Romeo electrificado de la historia. La punta de lanza será la versión phev que llegará durante el 2023 con 275 CV y una autonomía eléctrica de unos 60 km. Hasta que llegue, los representantes electrificados son los microhíbridos de 130 y 160 CV, este último recién aterrizados.

Unos microhíbridos que bien podrían estar definidos como híbridos completos en lugar de ligeros. Sí, tienen una batería de 48 voltios con una capacidad de 0,8 kWh pero su motor de 15 kW es capaz de moverles de manera independiente. Un sistema que ya conocemos del Jeep Compass e-Hybrid pues es el mismo. Su objetivo es reducir el esfuerzo del motor de combustión funcionando en circunstancias clave como son:

• Las arrancadas: siempre son en eléctrico
• El inicio del movimiento: hasta 25 km/h en teoría aunque nosotros hemos llegado a circular hasta 50 km/h sin emitir.
• Al aparcar: al detenernos para iniciar la maniobra se conecta el motor eléctrico
• En atascos: al conectar el control de velocidad de crucero, en las paradas y rearranques lo hacemos sin emitir.

A ello se suman otros escenarios más como son las aceleraciones pronunciadas, donde ambos funcionan al unísono, o las frenadas, donde se recupera energía para usarla posteriormente. También es posible circular a vela sin el motor de combustión conectado. Sea como fuere, el objetivo es contener al máximo el consumo de combustible y aunque homologa 5,9 l/100 km en conducción real nos moveremos sobre los 7 l/100 km. En lo que a respuesta del motor se refiere, esta versión de 130 CV es bastante asequible porque ofrece un equilibrio entre prestaciones y sonoridad. La caja TCT de doble embrague es rápida y además está secundada por unas maravillosas levas fijas hechas en aluminio.

Traza líneas

Ahora bien, si por algo destaca este Tonale es por su dinámica. Y aquí hay que hacer una mención positiva a sus ingenieros porque empleando el mismo chasis que el propio Compass, es digno de mención ver cómo el modelo italiano tiene un corte mucho más deportivo, más emocionante. La dirección es algo más precisa, los frenos muerden con solvencia y la amortiguación filtra perfectamente las irregularidades. Además, en los niveles altos monta de serie una electrónica de Válvula de Doble Etapa.

Para activarla hay que seleccionar el modo Dynamic del Alfa DNA colocado bajo la consola central. A él se suman el Normal y el Eco que varían la respuesta de diferentes parámetros del vehículo. Sea como fuere, este coche resulta delicioso para afrontar una carretera con curvas y solo la falta de contundencia del motor te puede dejar algo frío e incluso hacer que optes por el de 160 CV, que además, monta un turbo de geometría variable en lugar de uno normal.

La guinda la pone un control dinámico del par que actúa sobre las ruedas delanteras motrices, imitando el efecto de un diferencial autoblocante, frenando ligeramente la rueda que va por el interior para enviar más par a la exterior y dotarle de mayor tracción al tiempo que reduce el subviraje y lo hace ser más preciso y seguro. Hablando de seguridad, el Tonale puede equipar todos los asistentes a la conducción que imagines aunque para tener el nivel 2 de conducción semiautónoma hay que pasar por caja y gastarse los 1.700 euros del Pack.

En definitiva

No era de recibo que una marca con la historia de Alfa no estuviera presente en los principales segmentos de éxito. Si bien el Giuliua y el Stelvio son referencias dinámicas de los suyos respectivos, flaqueaban en otras características de vital importancia para posicionar más arriba a la marca. En el caso del Tonale parece que esas carencias son mucho menores pues como hemos visto en este vídeo es un producto que mejora en casi todo a sus hermanos mayores.

Lo hace principalmente en diseño y sobre todo en eficiencia y tecnología. No es el más dinámico pero sí el más electrificado gracias a esa versión phev que llegará en pocos meses. No esperes tener un mini Stelvio en comportamiento pero al menos sí tendrás un coche más barato pues la gama parte de los 36.400 euros para el Tonale diésel porque sí, Alfa apuesta aú por los diésel elevando la factura hasta los 37.050 euros en el caso de este MHEV de 130 CV, mientras que el 160 CV ya se va a los 44.000 euros.

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