El todocamino de Ford fabricado en España se actualiza en estética pero, sobre todo, propone una evolución de su tecnología híbrida enchufable para recuperar el liderato de la categoría. Nosotros la hemos probado en profundidad
Si hay un modelo en Ford que, desde siempre ha tenido claro ADN español ese es el Kuga. El todocamino medio de la firma del óvalo se fabrica en exclusiva para todo el mundo en la planta valenciana de Almusafes de donde han salido ya más de 11 millones de unidades. Ahora, este SUV recibe la pertinente actualización de mitad de vida comercial, la misma que hoy en El Periódico de la Energía vamos a probar en profundidad en su versión híbrida enchufable, la misma que tiene como objetivo recuperar el liderato de la categoría, que está ahora en manos del Mercedes-Benz GLC (prueba del diésel mhev) con el que está en una competida lucha comercial.
Aunque el Ford Kuga se mantenía joven y lozano, la realidad es que después de casi un lustro, le hacía falta una actualización. No porque tuviera puntos débiles sino para reforzar los muchos puntos fuertes que ofrecía. Mantiene intactas sus dimensiones, con una longitud de 4,61 metros de largo por 1,88 de ancho y 1,67 de alto pero las presenta en un envoltorio más atractivo en el que cambian los paragolpes, las llantas, hasta de 20 pulgadas o los grupos ópticos traseros, con un nuevo diseño. También es nuevo el color de carrocería Azul Desert Island que cuesta, eso sí, 1.039 euros, e incluso la antena de tiburón que ahora es doble. No obstante si hay una zona que llama la atención es la delantera y en la que se aglutina la mayor parte de las novedades.
Comenzando por la calandra, más estrecha y achatada en la que ahora se incrusta un logo de Ford que no solo es nuevo, sino también más grande. Cambia igualmente la forma del paragolpes que traslada las luces antiniebla a esta zona más arriba aunque sin duda el elemento que más cambian son los faros, estos se estilizan, cuentan con una inédita firma lumínica LED y además están conectados entre sí por esta tira de LED aportando mayor sensación de anchura.
Para terminar, decirte que la gama estrena un nuevo acabado denominado Active y que está enfocado a un uso más aventurero, diferenciándose así del aspecto deportivo de nuestro ST Line. Cuenta con paragolpes más prominentes, protecciones en los pasos de rueda y faldones, llantas específicas y una altura libre al suelo 2,5 cm mayor, de 19 cm, así como cambios en el interior.
Más digitalizado
Ya que hablamos del interior, también cambia casi por completo. Se ha mejorado la calidad y presencia general, con materiales de corte blando, nuevas molduras decorativas y ajustes muy notables. Igualmente se ha simplificado la apariencia suprimiendo comandos físicos, entre los que ya no están los mandos de la climatización porque ahora todo se maneja a través la pantalla central de 13,2” que sustituye a la anterior de 8”. De esta forma para navegar por las diferentes funciones del clima tenemos que apartar varios segundos la mirada de la carretera, ya sea para cambiar la temperatura o el caudal del aire.
Lo bueno es que el sistema SYNC 4 ha evolucionado y ahora es más rápido que antes. Sigue siendo intuitivo ya que no hay cientos de submenús disponibles y se encuentra todo más o menos rápido. Además se ha mejorado la sincronización móvil ya que ahora es inalámbrica. Por último, incluye un control por voz avanzado que responde al comando de "OK SYNC" o "Hey Ford" y en el que también se integra el asistente personal Alexa.
La digitalización se completa con un cuadro digital de 12,3 pulgadas que ahora es de serie en todos los acabados. Es configurable a nuestro gusto y ofrece diferentes vistas dependiendo del programa de conducción escogido. Justo encima, el Head-up display se sigue proyectando en una membrana retráctil. Por cierto, por volver a los botones físicos, los hay. Una tira situada en el centro, en el que además del botón de arranque tenemos menús directos para funciones como los programas de conducción, el sistema de aparcamiento remoto o el volumen.
Si nos ceñimos a la habitabilidad, nada cambia más allá de que los asientos delanteros ahora tienen certificación AGR para asegurar una buena postura al volante y la menor fatiga. Detrás, dos adultos seguirán viajando sin ningún tipo de problemas ofreciendo, además, la posibilidad de desplazar longitudinalmente y en 15 cm las butacas traseras para así jugar con el volumen del maletero
De esta forma la capacidad de carga puede variar, en el caso de esta versión PHEV, entre los 395 litros con su posición más retrasada a los 536 litros con la más adelantada. Al abatir los asientos se queda un hueco de 1.517 litros. Y ya que hablamos del maletero sigue sin gustarnos que Ford emplee cobertores de tela.
Extremadamente eficiente
En marcha hay varias novedades para esta actualización del Kuga. La primera es la desaparición de las mecánicas diésel en un movimiento que desde aquí no compartimos. De esta forma, el motor de acceso será el 1.5 Ecoboost de gasolina y tres cilindros que declara 150 CV y se combina con la caja de cambios manual de seis relaciones. De ahí se da el salto a la mecánica electrificadas como son la híbrida autorrecargable y nuestra híbrida enchufable. Con la primera hay una peculiaridad y es que en función de qué transmisión automática montes, tendrás una potencia u otra, por lo que podemos decir que hay dos versiones, ya que además una es 4x2 y la otra 4x4.
Porque otra de las grandes novedades de esta renovación es la nueva caja HF55, que no es sino una evolución de la HF45 que ha sido mejorada para ofrecer una mejor respuesta y prestaciones. Tanto es así que el 0 a 100 km/h se rebaja en casi un segundo en los motores que lo montan aunque gracias al mayor rendimiento. El mismo que consigue nuestro protagonista PHEV que ahora rinde 243 CV, es decir, 19 CV más que antes, transmitiéndose eso sí, en exclusiva a las ruedas delanteras. El motor eléctrico se mantiene en los 132 CV, mientras que la batería también ofrece la misma capacidad bruta, de 14,4 kWh, pero aumenta su capacidad útil en 1 kWh, hasta los 11,1 kWh.
Ello se traduce en que la autonomía cero emisiones homologada sube hasta los 68 km en ciclo mixto y los 86 km en urbano. Cifras que no son fáciles de conseguir a no ser que hagas un uso muy eficiente del mismo pero sí podrás estar en valores cercanos a los 60 km. De hecho, si te pasas de eficiente vas a poder incluso llegar a los 70 km, pero ya te digo yo que hay que jugar muy mucho con los modos de conducción, la orografía y las velocidades. Lógicamente, cuanto más hagas en eléctrico, menos consumo tendrás, pero nosotros nos hemos movido en unos 3,5 l/100 km.
Dicho esto tienes los modos de conducción Normal, ECO, Deportivo y Resbaladizo de siempre a los que se une el Pista en el caso de los Active X a los que se suman los modos de conducción eléctrica EV Automático, EV Ahora y EV Más tarde con el que se mantiene la carga de la batería. La última novedad va enfocada a otro modo que se denomina Zona EV con el que el motor eléctrico se activa automáticamente (siempre y cuando haya batería) cuando el coche detecta que ha entrado en una Zona de Bajas Emisiones. Por finalizar con el apartado eléctrico, el coche carga en corriente alterna hasta 11 kW necesitando así menos de una hora para obtener el 100% de la misma.
Por último, he de decirte que este nuevo Kuga no ha variado su comportamiento respecto a su modelo saliente, manteniendo así esa dinámica de conducción que le convierte en líder de su segmento, con una dirección precisa y una puesta a punto del chasis casi perfecta, donde también hay que alabar el trabajo de la suspensión. El confort de marcha es elevado en cualquier Kuga gracias a la buena insonorización del habitáculo y solo se ve penalizado en situaciones de máxima demanda de potencia, como fuertes acelerones o adelantamientos, en los que tanto la transmisión como motor de gasolina se dejan notar en exceso.
En definitiva
Renovado para volver a triunfar. Ese podría ser el título de esta prueba de un Kuga que, como adelantábamos al comienzo, elimina algunos de sus puntos débiles aunque suma otros como una mayor dependencia de la pantalla central que antes. Sea como fuere, el objetivo es volver a liderar el segmento de los phev, hecho que a buen seguro ya habrá logrado cuando publiquemos este vídeo.
Pero el coche se sigue sintiendo tan bien como hasta ahora y la llegada de esa nueva caja de cambios no hace sino aportar un mayor confort y empuje. Por su parte, el sistema híbrido enchufable mantiene su buen nivel de eficiencia con la posibilidad, si te lo propones, de superar los 60 km en modo eléctrico. Lo que no es muy lógico es que el modo Pista no se adhiera a las versiones 4x4 del acabado Active pero siempre hay margen de mejora.
Para convertirse de nuevo en líder, Ford lo que ha hecho ha sido ajustarlos al máximo y con descuentos la gama arranca en los 32.003 euros en el caso del ST-Line y de los 32.776 euros en el Active. Si nos vamos al PHEV ya nos vamos a los 35.651 euros de partida a los que puedes restar igualmente los 5.000 euros del Moves III. Si ya optas por las ramificaciones X de cada uno de los acabados, has de sumar 2.656 euros llevándote, eso sí, un equipamiento más completo, en el que no hay elementos, eso sí, como el techo solar, las llantas de 20, la pintura, los faros matriciales y el Head-up display, el paquete invierno entre otros que no hacen sino subir la cuenta esta unidad hasta los casi 46.000 euros… con descuentos.
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