La historia del automóvil está regida por modelos icónicos: en los 4x4, los Wrangler y Defender; en los generalistas, el Golf y en los deportivos, sin lugar a dudas, el Mustang. Sin lugar a dudas el muscle car más representantivo del mundo, capaz de vender en su primer día 20.000 unidades y de convertirse en una auténtica estrella del cine gracias a la figura de Steve McQueen. Sin embargo, los tiempos cambian y la electrificación ha llegado para poner patas arriba a fabricantes y modelos que originariamente estaban relacionados con la gasolina. Así es como hemos llegado a este momento en el que Ford ha decidido ponerle el nombre de Mustang a un eléctrico.
El mismo que hoy os traemos a El Periódico de la Energía en su versión más radical y deportiva, el GT. Pero, ¿merece este coche portar dichas siglas y, sobre todo, llamarse igual que el legendario pony car pese a que también suma el apellido Mach-e ? Eso es lo que vamos a descubrir en esta prueba.
Silueta de éxito
Seguramente ya te hayas fijado pero por si acaso te matizamos que este Mustang Mach-e es un SUV. Sí, además de transformarlo en eléctrico Ford va y encima lo convierte en un todocamino pero ya sabes que todo lo que tenga aroma de SUV tiene visos de ser un éxito. Mide 4,71 metros de largo por 1,88 de ancho y 1,60 metros de alto lo que le sitúa casi a la par que el Mustang Fastback que es 8 cm más largo, 3 cm más estrecho y 30 más bajo**.**
“"Entremezcla elementos estéticos de los Mustang originales con otros propios del SUV eléctrico"
No obstante mantiene detalles que le acercan al modelo original como: las nervaduras del capó, el morro de tiburón que cae de manera abrupta, las ópticas traseras rasgadas, la línea lateral con una caída descendente al estilo Fastback. Sin embargo, este Mach-e ofrece detalles específicos como la altura libre al suelo, un portón trasero en lugar de una tapa o también una calandra que además de estar carenada como en el resto de Mach-e está tintada en negro y tiene un efecto tridimensional; paragolpes más prominentes con los que aumenta la longitud en 3 cm, con un splitter inferior y tomas de aire laterales para mejorar la aerodinámica; llantas de 20” con un diseño específico y montados sobre neumáticos deportivos en medida 245/45 R20 con pinzas de freno firmadas por Brembo pintadas en rojo y discos de freno más grandes, de 385 mm; la colocación del logo GT en lugar del característico Mustang en la zona trasera y, también aquí, un difusor posterior específico.
La guinda, el icónico color Cyber Orange creada por el departamento de Colores y Materiales de Ford expresamente para este coche que rinde homenaje a los Mustang originales. Por cierto, al igual que el resto de Mach-e, este GT carece de tiradores por lo que para abrir la puerta puedes o bien pulsar el interior o activar un código en el caso de que no quieras llevar las llaves encima. También podemos tirar de la app Ford Pass para desbloquearlo)
Super pantalla
Un curioso gadget con el que accedemos a un interior completamente diferente al del original. Destaca por su digitalización y calidad de construcción. El puesto de conducción destaca por su minimalismo determinado por un diminuto panel de instrumentos de 10,2” con la información justa y por la gigantesca pantalla de 15,5 pulgadas dispuesta verticalmente. Con ella no solo se suprimen los botones físicos sino que se convierte en el cerebro de operaciones del vehículo pues todas las funciones se manejan a través de ella, desde el climatizador hasta la navegación pasando incluso por los modos de conducción. Lo bueno, es que te acabas habituando a ella y que incluso puede ofrecer una vista completa de algunos menús.
“"La pantalla central vertical de 15,5" se convierte en el cerebro de operaciones del Mach-e GT"
De hecho hay otro gadget que me ha gustado mucho y es este Sketch que nos permite dibujar cuando estamos en esos tiempos muertos. No llega quizá a ser tan entretenido con los jueguecitos de los Tesla pero dispara nuestra creatividad. Hablando de elementos llamativos, justo delante del copiloto en la parte superior hay un altavoz integrado firmado por B&O que además tiene un diseño delicioso. ¡Ah! Respecto a la versión GT el único cambio en el interior son estos magníficos asientos deportivos desarrollados por Ford Performance que no llegan quizá al nivel de los Recaro de algunos modelos pero que sujetan perfectamente.
En cuanto a la habitabilidad lo primero que llama la atención es que ahora sí en un Mustang podrán viajar más de dos adultos. Los 2,98 metros de distancia entre ejes tiene la culpa y ello implica que personas de más de 1,80 metros pueden viajar sin problemas e incluso que tres vayan sin demasiados problemas gracias a la ausencia de motores. Respecto al maletero, el Mustang Mach-E GT tiene dos: uno trasero y otro delantero. Al posterior se accede mediante el ya comentado portón eléctrico con función manos libres que deja a la vista 402 litros. Tiene unas formas regulares y la posibilidad de colocar el piso en dos alturas. La única pega, que la bandeja resulta ser demasiado endeble y no podrás colocar nada encima cuando está cerrado. El delantero se encuentra, como en muchos eléctricos, bajo el capó. Cubica 81 litros que es mucho, pero al estar compartimentado no permite guardar los cables de carga y alguna que otra bolsa de deporte o mochila.
¿Indomable?
Si llegados a este punto sigues despotricando de la conversión eléctrica del Mustang, espérate a verlo en marcha. Cierto es que no te acompaña el gorgoteo del magnífico V8 de 5,0 litros atmosférico del Mustang GT pero dinámicamente poco se puede decir en contra de este Mach-E GT. Cuando afrontas las dos primeras enlazadas te das cuenta de que este Mach-E GT se merece llevar el nombre de Mustang. Es increíble cómo puedes ir de rápido con él y, sobre todo, lo ágil que te puedes mover con un coche que roza las 2,4 toneladas y que es casi 1.000 kilos más pesado que el Fastback.
Entre algunas de sus virtudes está una dirección precisa y la suspensión Magnetic Ride de dureza variable que permite modificar el grado de firmeza de los amortiguadores. Su funcionamiento varía dependiendo del modo de conducción que elijamos y llegados a este punto son tres los que propone:
Whisper: con una configuración más tranquila
Active: el equivalente a un normal
Untamed o indomable: con el que se desata todo el potencial del coche y nos permite tener un coche al más puro estilo fast and furious con un eje trasero más suelto, controles menos intrusivos y una capacidad de aceleración espectacular
A ellos se suma el Untamed Plus que está principalmente destinado para circuito ya que lso controles apenas actúan y es necesario tener manos para saber domarlo. Porque este Mach-e GT es un coche deportivo en todos los sentidos. Para ello en lugar del V8 suma un motor eléctrico en cada eje por lo que sí es un tracción total pero con predominancia en el eje trasero, con los que declara nada menos que 487 CV y 860 Nm de par máximo. Es decir que es casi 30 CV más potente y tiene 300 Nm más que el gasolina. De esta forma y pese al extra de peso nos permite acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 4,4 segundos lo que implica ser medio segundo más rápido que el Fastback. Por su parte, la velocidad punta sí está limitada a 200 km/h, 68 menos que el V8.
“"Rinde 487 CV y 860 Nm de par lo que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4,4 segundos"
Pero además de esta capacidad de aceleración brutal en un eléctrico también hay que pensar en la autonomía. Y aquí este Mach-E es también un Mustang pues con el V8 Ford homologa 491 km mientras que con este GT nos dice que podrás recorrer 490 km. Y ojo, porque al final ya sea con el V8 o con este Mach-e GT lo normal es que te muevas en el entorno de los 400 km. Para ello, nuestro protagonista equipa la batería más capaz de todas, la de 99 kWh brutos y 88 netos que nos van a permitir cubrir esos casi 400 km a razón de un consumo que será complicado bajar de los 23 kWh/100 km. De hecho, en conducción meramente deportiva lo normal será que veas valores de 31 kWh/100 km lo que reducirá tu autonomía a poco más de 200 km pero eso sí, con una sonrisa en la cara.
La diferencia con el V8 será lo que tardes en repostarlo porque de los 3-4 minutos que necesitas en una gasolinera, con este Mach-e GT se convertirán en 45 minutos si encuentras una toma rápida de 150 kW que es lo máximo que admite aunque, eso sí, para llenar el 80%. En corriente alterna lo máximo son solo 11 kW. La otra diferencia, el sonido que en un eléctrico es lógicamente nulo pero que en este Mach-e GT se intenta simular con ese soniquete que supongo estáis oyendo. Ojo, porque no es del todo incómodo eh?
Para finalizar deciros que tenemos la posibilidad de activar dos tipos de frenada regenerativa. El primero, seleccionando el modo L de la palanca de cambios y el segundo a través de la pantalla con la activación del e-Pedal que nos permite realizar una conducción con un solo pedal. Y ojo, lo acabarás usando porque el tacto del freno me ha parecido muy mejorable. No por su potencia y resistencia, que son notables sino por lo brusca que resulta sobre todo en los primeros compases. Con todo, este Mach-e GT me ha parecido un eléctrico muy divertido de conducir, con ciertas mejoras pero con la posibilidad de lucir ese mítico nombre.
En definitiva
Sí, porque si bien para muchos este Mach-e podría haberse llamado simplemente así, que se conozca como Mustang es un anticipo de lo que nos espera en un futuro. Ford será eléctrica en 2030 y para ello qué mejor que prepararnos para el cambio con un Mustang que no suena. Quizá te cueste entenderlo, lo sé, pero al menos con este Mach-E GT las sensaciones que tendrás al conducirlo serán casi las mismas que con el V8 de gasolina. Lo que es menos justificable por los puristas es que para optar por esta versión tendrán que desembolsar nada menos que 86.262 euros que se convierten en 88.212 con el añadido de la pintura y de las llantas en negro. Es decir, que el pony car eléctrico es 29.532 euros más caro que el V8 GT con, además, cambio manual.
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