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VÍDEO| Prueba del KIA Niro PHEV: liderato a la vista

La segunda generación del KIA Niro nada tiene que ver con aquel best-seller de hace más de un lustro. Analizamos una nueva entrega en su versión phev que, a buen seguro, dará mucho de qué hablar

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Tras conocerlo en persona en estático y haber podido tener una primera toma de contacto, hoy por fin podemos analizar en profundidad al nuevo KIA Niro. El crossover coreano apareció en 2016 con una premisa que, por aquel entonces no era tan habitual como ahora: venderse únicamente con versiones electrificadas. En este tiempo, el modelo asiático ha vendido nada menos que 32.000 unidades posicionándose como el tercer modelo más vendido de la KIA en nuestro país.

Un éxito que esta segunda generación que tengo aquí a mi lado pretende mantener e incluso superarlo. Para ello da un giro completamente radical a su diseño, calidad y dinámica manteniendo intacta su elevadísima eficiencia. Cualidades y características que ya mismo vamos a empezar a analizar en esta prueba de El Periódico de la Energía

Cambio de imagen

Como ves, esta segunda entrega del KIA Niro nada tiene que ver con su predecesor. Sus líneas toman herencia del Concept Habaniro y refuerzan la transformación estética de la marca iniciada por los EV6 (prueba) y Sportage (prueba) bautizada como Opposites United. Mide 4,42 metros de largo lo que supone haber crecido 7 cm frente a su predecesor, cota que completa con una anchura de 1,82 metros y una altura de 1,54 metros.

Si nos centramos en los detalles destacamos un frontal afilado en el que se observa una evolución de la característica Tiger Nose, con un diseño más afilado y minimalista. A los lados la secundan unos grupos ópticos cuadrados con tecnología LED y un diseño bautizado como heartbeat (latido) para las luces diurnas. Sin salir de la iluminación, la zona trasera destaca por equipar unos faros verticales en forma de boomerang mientras que el alerón posterior ayuda a mejorar el flujo aerodinámico.

Pero aquí, hay un elemento que ha sido tratado con especial atención como es el pilar C. Puede parecer banal pero esta zona ha sido la más trabajada por los diseñadores coreanos pues no solo ofrece un componente estético y personalizable que cuesta 150 € para colorearlo en negro, naranja o gris, sino que ayuda a mejorar el flujo de aire gracia a que en su parte interior tiene una ligera abertura que permite que el aire pase de manera más fluida.

"El pilar C, además de aumentar la personalización, tiene un componente aerodinámico"

El resto de elementos a destacar son unas llantas de aleación hasta de 18 pulgadas, 9 tonos para la carrocería, las barras sobre el techo o las protecciones plásticas en negro brillante que se extienden desde la zona del paragolpes hasta la parte media del lateral. Por último, dado que estamos en la versión phev deciros que la toma de carga se sitúa sobre el paso de rueda delantero

Buen confort

De puertas para dentro los cambios son menos llamativos si ya estás familiarizado con los últimos productos de KIA. Este Niro ofrece por tanto el mismo aspecto visual que los EV6 y Sportage con un salpicadero completamente digitalizado formado por dos pantallas, una de 12,3 pulgadas para el cuadro de instrumentos y otra de 10,25” para el sistema multimedia. La primera ofrece dos visualizaciones en función del programa de conducción sumando un buen número de menús entre los que resulta sencillo de manejar. Respecto al segundo propone un funcionamiento rápido con una buena estructuración de los menús y con pantallas exclusivas del sistema híbrido enchufable como son el diagrama de la energía, la programación de la carga o los valores de consumo.

La parte digital se completa con un Head-up display a color proyectado en el parabrisas con un muy buen contraste e información de sobra. Eso sí, solo está disponible a partir del acabado Luxury y dentro del pack Luxury. Otro detalle, la ya característica tira dual que nos permite tener en una misma zona los mandos de la climatización y/o del sistema multimedia. En lo que respecta a la calidad, el KIA Niro ha dado varios pasos al frente. Aunque emplea materiales mullidos en la parte alta del salpicadero hay algunas zonas que quizá podrían haberse pulido un poco más como es el caso de los paneles de las puertas o la zona baja de la consola central. Si nos centramos en su sostenibilidad, este KIA Niro estrena materiales reciclados como el cuero vegano con Tencel de madera de Eucalipto, la pintura libre de BTX para los paneles de las puertas, el panel del techo hecho en papel con un 56% de fibras recicladas o la bandeja del maletero con un 75% de fibras recicladas que, eso sí, resulta demasiado endeble para llevar nada encima.

Si hablamos de habitabilidad este KIA Niro sigue haciendo gala de un amplio espacio. Los asientos delanteros recogen perfectamente mientras que en la zona es perfectamente apta para adultos de 1,85 metros tanto por hueco para las rodillas como para la cabeza. El maletero en esta versión phev cubica 343 litros que son casi 100 menos que en el híbrido o 130 menos que el eléctrico y aunque pueden resultar justos al menos tiene unas formas regulares y dispone de un hueco para guardar los cables de carga. Pero si hay un detalle inédito a destacar dentro de esta habitabilidad ese es el asiento del copiloto que permite, pulsando un botón, convertirse en una butaca de tipo relax reclinándose ligeramente para que así el viaje de este pasajero sea más placentero.

Madurez dinámica

Como te hemos comentado al principio esta segunda generación del KIA Niro mantiene la terna electrificada compuesta por el Híbrido, el eléctrico y el PHEV que estamos conduciendo. De los tres el Híbrido es el que más ventas atraerá y el eléctrico es el más ecológico, pero el PHEV sin duda te permite una mayor versatilidad gracias a la combinación de los dos mundos.

Dicho esto, se trata de una versión mejorada respecto a la primera pues la potencia conjunta asciende a los 183 CV y el par máximo a los 265 Nm fruto de combinar el 1.6 GDI de gasolina atmosférico de 105 CV con un eléctrico completamente nuevo que desarrolla 83 CV (62 kW) frente a los 60 CV del anterior. De esta forma, la aceleración se rebaja en un segundo, hasta los 9,8 seg, mientras que la velocidad máxima se mantiene casi igual, en un valor cercano a los 170 km/h. Sin embargo, como buen phev las prestaciones no son lo importante, sino la eficiencia y aquí el Niro sigue siendo un excelente compañero de viaje.

Primero porque la autonomía eléctrica se ha incrementado en un 32% gracias a la nueva batería de 11,1 kWh de capacidad que le dota de un dato homologado de 65 km. En comparación con su predecesor son 2 kWh y 15 km más, algo que en conducción real se nota porque si bien antes rozabas por los pelos los 45 km ahora es sencillo llegar a los 60 km en conducción mixta. Respecto al consumo, ya sabes que el dato variará en función de la disponibilidad de un punto de carga pero nosotros en los 100% kilómetros hemos medido un gasto real de 2,7 l/100 km e incluso ahora con un buen puñado de km más y sin haberlo vuelto a cargar, el dato no sube de los 4 l/100 km. Pero ya sabes, cuanto más uses el entramado eléctrico, menos consumo tendrás.

"La evolución de la plataforma K le ha permitido rebajar el peso, aumentar la rigidez y mejorar la pisada y el confort"

En cuanto al rendimiento se le nota más vivo que antes en conducción eléctrica pero al agotarse la energía no encontramos una mejoría notable de prestaciones frente al anterior. Quizá sí hay variación entre los modos ECO y Sport pero en este último solo vamos a encontrar un uso más continuado de los dos motores para disponer de todo el rendimiento. Todo lo contrario que en comportamiento, pues la evolución de la plataforma K (ahora K3) le ha dotado de un menor peso (25 kilos menos) y de una mayor rigidez estructural y eso se traduce en una mayor agilidad. Pero repito, este no es un coche para correr ni para ir rápido, es un vehículo pensado para disfrutar del confort que aportan sus suspensiones.

Lo bueno, que la dirección transmite bastante información y que el tacto del freno no es tan esponjoso en una primera parte del recorrido como suele ocurrir en los phev. En este sentido, el Niro mantiene los cuatro niveles de retención de la frenada seleccionables mediante las levas siendo especialmente el 3 y el máximo para realizar una conducción urbana pues no te será necesario pisar el pedal del freno además de que te ayudará a recargar la batería. Ahora bien, si quieres volver a tener el 100% de la energía lo mejor será que lo conectes a un enchufe y que esperes como mínimo 3 horas y media si lo conectas a una toma de 3,3 kW o casi 5 horas en una doméstica de 2,3 kW. ¡Ah! Y si hablamos de seguridad, nada que objetar pues este Niro cuenta con todos los asistentes actuales.

En definitiva

Dicen que segundas partes no suelen ser buenas y aunque todavía es pronto para hacer cábalas de la trayectoria que llevará este nuevo Niro comercialmente hablando lo cierto es que como hemos visto en este video la mejora es notable en prácticamente todos los aspectos, destacando lógicamente el de la eficiencia con ese mayor recorrido eléctrico. Quizá podría haber mejorado en algunas zonas con su calidad o ergonomía como esa bandeja del maletero endeble o una capacidad de carga mayor. También podría haber mejorado la potencia de carga pero por lo demás, diseño, tecnología y eficiencia, es un producto a tener en cuenta.

No obstante, en los tiempos que corren es el PVP el que determina el éxito o no de un coche y aquí el KIA Niro se ha convertido, lógicamente, en un producto más caro pues esta versión PHEV parte de los 39.450 euros para el acabado Concept y llega a los 45.615 € en este Emotion. En el caso de la unidad que estás viendo, ve preparando 48.815 euros porque es lo que te van a pedir. Lo bueno, que KIA siempre cuenta con unos suculentos descuentos y, sobre todo, con 7 años de garantía.

Galería de fotos del KIA Niro PHEV

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