La transformación del sector energético mundial está diseñando su camino para la próxima década, pero ¿cómo será en 20 o en 30 años? Según el informe realizado por la consultora francesa Capgemini, "The Future of Energy", evolucionará muy diferente en función de cada región geográfica, pero en general se podría resumir que se verá influenciado por el advenimiento de las nuevas tecnologías, el cambio en el comportamiento del consumidor y los cambios políticos.
Para llegar a esas conclusiones, los autores del estudio se basaron en tres proyecciones ampliamente aceptadas. La primera que la población mundial aumentará en 1,7 billones para 2040, principalmente en áreas urbanas; la segunda que la demanda de energía aumentará en más de una cuarta parte para 2040; y la tercera, lo poco probable que el mundo en general cumpla con los objetivos establecidos en el Acuerdo de París de 2015 o acuerdos energéticos similares.
En el horizonte 2040-2050, diseñan seis escenarios diferentes en función del tipo de país (desarrollo o en desarrollo) y de la latitud en la que se encuentra. "Bienvenido a 2049", dice el informe y con ello aglutina a todos los países del mundo en seis grupos.
Sorprende dónde se situará España. La evolución de la industria energética y del modelo energético español y de otros países del sur de Europa será muy similar a la de los países de América Latina, países desarrollados del sur de Asia, Indonesia, algunos países africanos (como Kenia, Sudáfrica) y otros lugares. Quizá no tengan en cuenta que formamos parte de la Unión Europea y, por tanto, debemos seguir los mismos pasos normativos que el resto de nuestros vecinos del norte.
Las previsiones para este conjunto tan heterodoxo de países, el informe les ha englobado bajo el título "Esmeralda limpia", y se caracterizarán por hacer un uso masivo de combustibles fósiles o por enfrentarse a grandes desafíos ambientales (como las emisiones locales o la gestión de residuos).
Para desarrollar este planteamiento, han puesto como ejemplo el futuro energético de Indonesia, que si bien podría coincidir con España en que "el impacto del calentamiento global significa que los sistemas de aire acondicionado consumirán el 40% de la electricidad", resulta poco probable (aunque no imposible) que en nuestro país también haya una "expansión demográfica, un aumento en la tasa nacional de natalidad y como resultado, un consumo de electricidad que casi se duplique entre 2020 y 2050", algo que sí se prevé en los países del Sudeste asiático.
Con los países del norte de Europa, la consultora hace una previsión muy diferente. Les ha incluido, junto con California y en menor medida, Australia, dentro del grupo del "Sueño de California", donde se prevé una alta descarbonización de la economía y un "bombo" ambiental.
En esos países, la predicción es que en los próximos 30 años más o menos, el comportamiento del consumidor cambiará gradualmente en los hogares y la industria, y muchos usuarios de tecnología se beneficiarán de un mayor ahorro de energía. Pero a pesar de las mejoras en la eficiencia energética y las políticas ambientales para estabilizar la demanda, la demanda de energía aumentará ligeramente debido a los nuevos productos y servicios.
Tomando como modelo lo que ocurra en el estado norteamericano de California, el informe prevé que la movilidad eléctrica presentará una de las evoluciones más notables en el mercado energético. A partir de 2040, se exigirá que el cien por cien de todos los vehículos nuevos funcionen con celdas de combustible. Este cambio se acompañará de cambios adicionales, tales como: iniciativas flexibles de energía inteligente y el desarrollo de hidrógeno. De hecho, da mucho margen al hidrógeno, que ganará en popularidad y superará la curva inicial de Tesla en el mercado de la movilidad electrónica.
Las otras regiones las ha reunido en cuatro grupos. Los "Ingenioso como siempre" para los países de Oriente Medio, China y otros lugares, con un uso masivo de combustibles fósiles, una gran huella ambiental y grandes inversiones en tecnologías limpias, los "Island Summers", que se aplica a Hawai, Japón y otros territorios de ultramar, en el que el contexto es un territorio isleño con una alta descarbonización, los "Green Expectations" referidos a Vietnam, Camboya y países seleccionados del norte de África, con un uso masivo de combustibles fósiles y una electrificación parcialmente lograda con infraestructuras limitadas y "Alabama Song" para los países del sur de EEUU, ciertos países de Europa del Este, Rusia y en menor medida Canadá. En este caso, también continuarán con una dependencia de los combustibles fósiles y tendrán una posición conservadora hacia el medio ambiente.
Pero el estudio también recoge cuál va a ser la evolución de las materias primas necesarias para una transición energética hacia la descarbonización, la aparición de nuevos materiales como la perovskita, "que se utilizará en la producción de energía solar, y podría conducir a células fotovoltaicas más baratas y más eficientes; porque a diferencia de las células de silicio de hoy, no se degradará rápidamente con el calor", y del futuro de cada una de las tecnologías actuales y futuras: renovables, nuclear, almacenamiento, hidrógeno, captura y almacenamiento de CO2, movilidad, redes, superconductores, cambios en el comportamiento de los consumidores y nuevos usos, muy vinculados con la digitalización.
Y como conclusiones generales recoge que:
• Si bien el uso de energía parece que se está desacoplando gradualmente del crecimiento económico en todo el mundo, todavía están altamente correlacionados en los países en desarrollo.
• Algunas regiones, como Oriente Medio y América Latina, representarán una mayor proporción del consumo total de energía debido al desarrollo de la industria y el transporte.
• Algunos usos tendrán un gran impacto en el consumo global. Por ejemplo, a la tasa actual de consumo, los sistemas de aire acondicionado utilizarán el 40% de la electricidad en el sudeste asiático para 2040.
• Incluso si el consumo en África subsahariana aumentara en un 150% a partir de hoy, una parte de la población permanecerá sin acceso a la electricidad en 2030.
WatiVolti
14/02/2020