La Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) ha puesto en marcha una evaluación sin precedentes sobre la eficiencia de todos los operadores de sistemas de transporte de gas natural (TSO) de la Unión Europea, entre los que se encuentra Enagás. Este nuevo ejercicio regulador, denominado ACER Efficiency Comparison (AEC), se convertirá en una herramienta clave para garantizar que las tarifas que pagan los consumidores reflejen los costes reales y eficientes de las redes de gas, en un momento en el que el sistema energético europeo se enfrenta a profundos cambios estructurales por la transición hacia fuentes de energía bajas en carbono.
La iniciativa surge como cumplimiento del Reglamento (UE) 2024/1789, que encarga a ACER la elaboración de un estudio comparativo obligatorio que será publicado antes del 5 de agosto de 2027 y que se repetirá cada cuatro años. A diferencia de ejercicios anteriores, como los realizados por el Consejo de Reguladores Europeos de la Energía (CEER), en los que la participación era voluntaria, todos los TSO europeos deberán participar de forma obligatoria en esta evaluación.
La nueva comparación de eficiencia tiene como principal finalidad ofrecer a los reguladores nacionales una herramienta técnica y objetiva para establecer los ingresos permitidos de los operadores. En un contexto de reducción progresiva del consumo de gas natural y aumento de la inversión en infraestructuras relacionadas con biogás, hidrógeno o terminales de gas natural licuado, la presión sobre las tarifas podría incrementarse si no se controlan los costes con criterios de eficiencia. Además, muchos activos del sistema gasista podrían quedar infrautilizados, reconvertirse para el transporte de otros gases o incluso ser desmantelados, generando nuevas complejidades para los reguladores.
Eficiencia de ejecución
ACER ha optado por un enfoque centrado en la eficiencia de ejecución, es decir, en cómo los operadores planifican, construyen, operan y mantienen sus infraestructuras, en lugar de evaluar su eficiencia según la cantidad de gas transportado. Esta decisión busca evitar que determinados operadores, que podrían experimentar una disminución en la demanda por motivos estructurales o por haber adelantado inversiones para descarbonización, sean injustamente penalizados. El análisis se basará principalmente en la técnica de análisis envolvente de datos (DEA) y se complementará con modelos estocásticos (SFA), permitiendo así tanto una visión estática de la eficiencia en un año concreto como una evaluación dinámica de su evolución en el tiempo.







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