El servicio de interrumpibilidad que pagan todos los consumidores a través de la factura de la luz parece tener los días contados. El próximo 30 de junio finaliza el periodo por el que se adjudicaron los últimos megavatios interrumpibles en la subasta celebrada el pasado diciembre para la industria electrointensiva. Y todo indica que no se celebrará una nueva subasta de interrumpibilidad para el segundo semestre del año.
Fuentes del mercado aseguran que con la actual normativa ya no da tiempo para organizar una subasta de interrumpibilidad que pueda mantener este servicio a partir del 1 de julio. A estas alturas, el Gobierno ya tenía que haber publicado el RD por el que subastar la capacidad necesaria y días después la orden con la que fija los precios. Pero de momento sin noticias de que el Ministerio para la Transición Ecológica haya hecho algo al respecto.
Esta semana la vicepresidenta Ribera se ha reunido con la industria electrointensiva en el marco de la recuperación económica, y de la subasta de interrumpibilidad ni se habló, según fuentes que asistieron a la reunión.
Por tanto, todo indica que son los últimos días de un servicio que se creó en 2013 bajo la Orden IET/2013/2013, de 31 de octubre. Han sido pues seis años y medio en los que la gran industria electrointensiva percibía una serie de ayudas por interrumpir su actividad y facilitar al operador del sistema cuadrar el sistema eléctrico.
Este servicio se activa en respuesta a una orden de reducción de potencia dada por Red Eléctrica a los grandes consumidores que sean proveedores de este servicio, principalmente, la gran industria.
De acuerdo con la normativa por la que se regula el mecanismo de asignación del servicio de interrumpibilidad en el sistema peninsular, Red Eléctrica es la empresa responsable de organizar y gestionar el sistema de subastas que sirve para asignar el servicio de interrumpibilidad, de forma competitiva y eficiente.
4 comentarios
No parece razonable que se prescinda de este servicio que presta la demanda (que al detener su consumo no tiene emisiones) que cuesta en torno a 0,74 €/MWh y que se mantenga el de flexibilidad de la generación (pagos por capacidad) que es mucho más caro para el consumidor final (3 €/MWh) y tanto el gas natural como el carbón tienen muchas más emisiones.
Una decisión profunda y atrevida (sin puertas giratorias) eliminaría primero los pagos por capacidad.
Es muy difícil eliminar el pago por capacidad, pues es un servicio que permite garantizar que tengas potencia en el sistema de generación eléctrico y que no se te caiga la red, aunque se use poco. Ese servicio tiene un coste que se ha de pagar de un modo u otro, o prescindir de él y atenerte a las consecuencias.
Sería como pretender que alguien te de un servicio de urgencias garantizado las 24h del día los 365 días del año, y no querer pagar por tener ese servicio.
Parece que en este pulso han ganado las electricas y no se en que medida los consumidores, ya se verá.
En principio creo que cobrar por dejar de trabajar es un chollo para cualquier empresa y esto se ha acabado, las consecuencias ahora se estan viendo en una empresa acomodada/ajustada a este tipo de practicas que se quiebra en un pais donde el precio de la electricidad es de los mas altos de Europa, ahí es donde creo que está el verdadero problema.
Hasta el dia de hoy el sector mas perjudicado por altos precios estaba calladito (electrointensivas), pero ahora viene el ajuste, ojala estos politicos entiendan que si somos competitivos en precio energetico en general, esto beneficia a muchos mas sectores y no solo a unos pocos “amiguetes”.
Cuanto antes se eliminen los recargos políticos del precio de la electricidad, mejor. La última bala parece que es de plata, una solución simple a un problema complicado. Vale.