El Ministerio alemán de Transporte se ha mostrado "abierto" a la posibilidad de que se presenten demandas colectivas contra los fabricantes de vehículos afectados por el caso del software que alteraba las emisiones en algunos motores diésel.
Esta postura del Ministerio de Transporte del país se produce antes de la cumbre que tendrá lugar este miércoles entre representantes del Gobierno federal, de los estados del país y también de los fabricantes de vehículos.
La industria del automóvil busca reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) de sus modelos a través de una solución relativamente barata, con actualizaciones de software, con el fin de evitar los vetos a la circulación para modelos diésel que estudian algunas ciudades del país.
No obstante, un tribunal respaldó el pasado viernes la apuesta del grupo ecologista DUH de prohibir la circulación de vehículos diésel en la ciudad alemana de Stuttgart, donde se encuentra la sede de empresas del sector como Porsche, Mercedes-Benz o del proveedor Bosch.
Así, dicho tribunal indicó que la actualización del software de dichos vehículos podría no ser suficiente para asegurar que la ciudad de Stuttgart cumpla con los estándares de emisiones contaminantes lo antes posible.
En esta línea, el Ministerio de Medio Ambiente de Alemania indicó con anterioridad que la medida de actualizar el software de los diésel es sólo un primer paso en el camino a reducir un 25% de media las emisiones de NOx.
Una portavoz del Gobierno alemán indicó que el objetivo de la cumbre del próximo miércoles es que los representantes públicos comuniquen a la industria del automóvil lo que están buscan.
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