El Gobierno alemán aprobó este viernes los proyectos de ley que establecen frenos a los precios de la electricidad, la calefacción urbana y el gas para los consumidores desde marzo de 2023, pero con medidas que los aplicarán ya con efecto retroactivo desde enero.
La iniciativa tiene como objetivo "proteger" a "todos los hogares y empresas, así como por ejemplo hospitales, residencias y entidades culturales. Todos los que ya pagan precios elevados se verán aliviados", comunicó el Ejecutivo alemán al anunciar la aprobación.
Los frenos a los precios estarán en vigor hasta abril de 2024 y el Gobierno de coalición de Olaf Scholz destacó que constituyen "el núcleo" del plan de defensa económica, dotado con 200.000 millones de euros, anunciado hace varias semanas como "escudo" contra el impacto económico de la guerra en Ucrania.
El Gobierno defiende que parte de la financiación de esas medidas procederá de las empresas energéticas que se han beneficiado de manera extraordinaria e imprevista del incremento de sus ingresos por la subida de los precios del gas y la electricidad.
Tope al gas
El proyecto de ley de freno de los precios del gas y la calefacción prevé que para los hogares, así como las pequeñas y medianas empresas que consuman por debajo de 1,5 millones de kilovatios hora al año, y entidades dedicadas al cuidado de personas, la investigación y la educación se limitará el precio del gas a 12 céntimos brutos por kilovatio hora.
La energía para calefacción tendrá por su parte un tope de 9,5 céntimos y los límites aprobados se calcularán sobre el 80% del consumo anual previsto correspondiente que se pronosticó en septiembre de este año.
Para consumos que excedan esta cuota los consumidores deberán pagar el precio pactado contractualmente con los proveedores, y el Gobierno indica que en marzo de 2023 se aliviarán retrospectivamente los importes en exceso pagados en los meses de enero y febrero.
Las empresas también se beneficiarán del límite anunciado desde enero: el precio del kilovatio hora para los clientes industriales se situará como máximo en los 7 céntimos netos en lo que afecta al gas; en la calefacción se situará el tope en los 7,5 céntimos y los precios se calcularán en relación con el 70 % del consumo anual que tuvieron en 2021.
En relación con los precios de la electricidad hogares y pymes (con un consumo de hasta 30.000 kilovatios hora anuales) se fija un tope de 40 céntimos por kilovatio hora bruto y calculado a partir del 80 % del consumo pronosticado para el conjunto del año.
Para clientes industriales el tope será de 13 céntimos más impuestos y calculado el límite en relación con el 70 % del consumo hasta la fecha.
Ayudas necesarias
El Ejecutivo de coalición explicó al publicar los detalles de los proyectos de ley que los frenos anunciados "se hicieron necesarios porque, como resultado del ataque ilegal de Rusia a Ucrania, los precios mayoristas europeos del gas natural se habían multiplicado en un año".
"Esto también ha hecho subir los precios de la electricidad y la calefacción urbana. Según el tipo de contrato y la duración, los altos precios de la energía se reflejan en las facturas de hogares y empresas con mayor o menor claridad y rapidez", constata el Gobierno.
Berlín advierte de que la industria que consume mucha energía "está en peligro", pero también "todas las empresas tienen que contar con costos de producción crecientes. Por lo tanto, muchas empresas ya han comenzado a aumentar los precios de sus productos finales".
El Gobierno asegura además que esta situación explica los elevados índices de inflación registrados en Alemania, que en octubre se situó en el 10,4 %.
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