El presidente de E.ON España, Miguel Antoñanzas, ha asegurado que las distintas actividades de la compañía eléctrica tras su venta al inversor australiano Macquarie, van a seguir, y ha destacado la continuidad en el "servicio de calidad" que se da a todos los clientes.
Antoñanzas ha trasmitido este mensaje al consejero cántabro de Industria, Eduardo Arasti, y a los 400 trabajadores que la compañía eléctrica tiene en Cantabria, con los que hoy se ha reunido por primera vez tras la operación de venta, después de que ayer mantuviera otra reunión con los 200 operarios que E.ON tiene en Madrid.
E.ON, compañía con su sede central en Alemania, comunicó el pasado domingo la venta de su negocio en España y Portugal al inversor australiano Macquarie por 2.500 millones de euros.
Ante sus trabajadores y junto a su equipo directivo, el presidente de E.ON España ha querido que su plantilla tuviera información de la nueva situación de la compañía, de la nueva estrategia del grupo y del proceso de venta, que acordó su consejo de supervisión.
Antoñanzas también ha querido trasladar esa información al Gobierno de Cantabria y, en un encuentro con el consejero de Industria, ha dicho que el proceso de venta no va a afectar a sus operaciones, ni a la distribución y comercialización.
También ha añadido que se van a mantener las ofertas vigentes y las actuales campañas, como "el laboratorio del ahorro", cuyo objetivo es ayudar a ahorrar a sus clientes.
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