Petróleo & Gas

Arabia Saudí cambia al 'sheriff' del petróleo pero mantendrá su política de alta producción de crudo

Ningún comentario

Arabia Saudí destituye, mediante un decreto real, al que ha sido el hombre más influyente de la política energética mundial de los últimos 21 años. Ali al-Naimi, ministro de Petróleo, abandona el cargo con 81 años de edad, en un momento en el que el país se prepara para abordar un drástico plan para desvincularse de la dependencia del petróleo.

"Sería extraño retener a la persona que ha liderado la política energética de las últimas décadas en Arabia Saudí y en la OPEP cuando el nuevo rey ha decidido empezar una transición económica, un nuevo modelo que cambiará el uso de petróleo en el país", explica Andrés Cala, analista independiente, "lo que se buscaba era una cara nueva, y ésa es la de Khalid al-Falih".

Pero en su primer día en el cargo, el nuevo ministro ha asegurado que mantendrá la política petrolera del reino. "Arabia Saudita mantendrá sus políticas de petróleo estables. Seguimos comprometidos con el mantenimiento de nuestro papel en los mercados internacionales de la energía y el fortalecimiento de nuestra posición como proveedor más confiable del mundo de la energía", ha asegurado Al-Falih en un comunicado.

El país mantendrá la producción de crudo a los niveles casi récord de estos últimos años, y "la competencia será hasta el final porque Arabia Saudí se lo puede permitir", señala Cala, "le es indiferente si el precio está en 30 dólares o 70 dólares por barril, sigue ganando en un mercado marginalista donde produce a 1 dólar el barril".

Uno de sus objetivos es mantener su cuota de mercado, con lo que luchará codo con codo con el petróleo de esquisto estadounidense. "El fracking está lejos de morir, al menos seguirá compitiendo en el mercado los próximos 20 años", añade Cala, "es cierto que muchas compañías han quebrado, pero eran las que producían más caro, ahora la mayoría de la industria es más eficiente y está produciendo por debajo de los 40 dólares el barril".

Pero el otro objetivo es mantener su fuente de ingresos para cambiar su economía doméstica. Desde el inicio de su existencia, "Arabia Saudí ha sido dependiente del petróleo, ha vivido de los subsidios de la renta petrolera, pero su Gobierno sabe que viramos hacia un nuevo mundo y tienen que utilizar esa renta para diversificar su industria, invirtiendo en otros sectores, en tecnología, en renovables, dando rienda suelta a su sector privado, evitando así que si baja el precio del barril no quiebre su economía", concluye Cala, "en definitiva, convertirse en 'una Noruega', dependiente del petróleo pero no subyugada a sus fluctuaciones".

Y eso es lo que ha anunciado Falih, que sus principales preocupaciones serán la creación de empleo y las reformas económicas, y no obsesionarse con los niveles de los precios del petróleo. "Esas transiciones a veces tardan años, a veces décadas. Los precios bajos del petróleo nos darán el impulso que necesitamos para acelerar este proceso".

Noticias relacionadas

No hay comentarios

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios

Este sitio web está protegido por reCAPTCHA y la Política de privacidad y Términos de servicio de Google aplican.