"El compromiso de la UE hacia la descarbonización es absoluto. Es un deber y no algo voluntario, pero de manera que los consumidores no tengan que pagar un alto coste. Es, sin duda, un desafío gigantesco que habrá que hacerlo en menos de tres décadas, pero la UE ya haga establecido los pilares para conseguirlo". Con estas palabras el comisario de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, presentaba el 'Winter Package' a los diputados de la Comisión de Energía del Congreso de los Diputados.
Sus intervenciones han sorprendido por estar más cerca de las tesis de Unidos Podemos y PSOE, que las de su propio partido de origen. Por ejemplo, se ha mostrado a favor de elevar los objetivos en renovables acordados en la Cumbre del Clima de París, que se establecieron en un 27% para 2030, y elevarlos al 40% a pesar de los sobrecostes que esto supondría, "alcanzar en 2030 un 30% frente al 27% que la Comisión Europea defendió inicialmente sólo tendría un sobrecoste para el sistema de 1.600 millones de euros al año en toda la UE, pero pasar del 30% al 40%, como figura en una moción aprobada por el Parlamento español, tendría un coste de 87.000 millones de euros al año más", ha dicho.
Respecto al paquete legislativo que recoge los objetivos de descarbonización de la UE hasta 2030, ha dicho que habrá que llegar a un acuerdo antes de las elecciones europeas, que se celebran en mayo de 2019, y ha augurado que el gran problema serán los objetivos nacionales, ya que normalmente todos los países reaccionan en contra de los que se les imponen y el debate en el Consejo Europeo será complicado.
Respecto a la sustitución del carbón, ha indicado que la CE analizará apoyar a las regiones afectadas y hará mapas de reindustrialización, y ha recordado que ya se han lanzado dos proyectos pilotos en Eslovaquia y Polonia, y habrá uno próximamente en la República Checa.
También ha explicado el escenario que se está viviendo en Bruselas con respecto a la implantación de renovables y criticando la "poca ambición" de la Comisión Europea, que prefiere mantener el reto en el 27% acordado, mientras que el Parlamento Europeo es más "tolerante" y apuesta por aumentar las cifras entre un 30% y un 40%.
En este sentido, ha destacado la labor del ponente de renovables, el socialista español José Blanco, que ha calificado de "excepcional" por su intención de llevar hasta el 35% la cuota de las energías verdes. Esta cifra sería, además, vinculante a los Estados miembros y también tendría objetivos nacionales.
Preguntado por esta propuesta de Blanco, el comisario ha reconocido que no sabe si será posible asumirla, pero se ha mostrado "confiado". "Yo creo que va a proponer el 35%, pero si se llega al 40%, bienvenido", ha insistido el exministro español.
Más cerca de las posiciones de izquierdas que de Nadal
Arias Cañete ha recordado que este aumento de los objetivos siguen la línea de lo solicitado por el Congreso de los Diputados, que, el pasado martes, instaba al Gobierno a través de una moción de Unidos Podemos, acordada finalmente con el PSOE y Ciudadanos y apoyada por Esquerra Republicana, PDeCAT, Compromís, UPN, Bildu y Nueva Canarias, a defender en el marco comunitarios objetivos 'verdes' más exigentes y a marcar como objetivo un uso de renovables del 40 por ciento en 2030.
A pesar de apoyar esta iniciativa, el exministro ha reconocido que en Bruselas va a ser un "debate complicado" por el baile de cifras que propone cada órgano y porque, ha advertido, aumentar los objetivos va a suponer un sobrecoste. En concreto, ha indicado que pasar de un 27% a un 30% supondrá hasta 1.600 millones más al año, entre 2021 y 2030, mientras que llegar al 40% implicaría un aumento de 87.000 millones anuales en el mismo periodo.
Aún así, el comisario ha señalado que desde el Parlamento Europeo se ha solicitado una nueva modelización sobre renovables porque, según apunta Arias Cañete, cuando se realizó la propuesta en 2016 se usaron datos de 2014 y, en estos tres años, los precios de las energías verdes, "sobre todo la fotovoltaica, la eólica y la eólica marina, han descendido de forma significativa".
Los pagos por capacidad deben ser el "último recurso"
Otra de las cuestiones referidas por el comisario ha sido el de limitar los pagos por capacidad, tal y como reclamaba la moción aprobada por el Pleno del Congreso, como un "último recurso" del sistema eléctrico. Preguntado por esta cuestión por varios de diputados, Arias Cañete ha asegurado que, en ese sentido, su visión "coincide" con la postura expresada por la mayoría parlamentaria.
"Tiene que ser una opción de último recurso. No puede ser generalizado", ha aseverado, ya que si se efectúan aun pudiendo recurrir a una producción suficiente de otras energías, constituirían "lisa y llanamente una ayuda de Estado". Así, ha abogado por que en la directiva se establezca "una definición muy limitada y acotada" de esta opción, que cree que deben de ser "transitorios, no limitados".
Estos pagos por capacidad, defendidos por el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, permiten recurrir a otro tipo de energía en momentos en los que las energías renovables no suministran suficiente potencia al sistema, retribuyendo de forma adicional para compensar el coste de mantener sin actividad estas centrales de generación, como las térmicas.
Asimismo, en línea con la moción aprobada por el Congreso, Arias Cañete ha reivindicado el análisis de alternativas previo a esos pagos, como el de las interconexiones y que, si hay que recurrir a éstos, se hagan dentro de una dinámica de oferta y demanda para abaratar los costes.
Está a favor de límites más exigentes para las emisiones
Los límites de emisión para esos pagos por capacidad --la moción aprobada por el Congreso reclamaba no superar los 550 gramos de CO2 por megavatio, en línea con la propuesta de la Comisión-- es una de las cuestiones que Arias Cañete, según ha confesado, consideraba más difíciles de acordar durante la tramitación del 'paquete de invierno'.
Para el comisario, estos límites no afectan a la elección de 'mix' energético por parte de cada país, sino a los pagos por capacidad, dentro de un proceso progresivo de descarbonización. Así, los límites diferencian a las nuevas plantas --si superan no son retribuidas-- y las existentes, que tienen un plazo de cinco años. "Lo que se plantea es si hay períodos transitorios más largos para apoyar a las existentes", ha apostillado.
En todo caso, ha explicado que tanto el Parlamento Europeo como el Consejo de Europa son partidarios de limitar aún más las emisiones para estos pagos, y llevarlos hasta 450gr/Mv, un 'techo' "más ambicioso que el de la Comisión", algo que comparte. "Me alegro", ha expresado el comisario.
Respecto a reservar un acceso prioritario a la red energética de las energías renovables, Arias Cañete ha llamado a hacer "una reflexión más profunda", pues ha argumentado que estas posiciones podrían tener sentido "cuando eran marginales". "Piensen que vamos a llegar a una generación superior del 50%. Tienen que competir en mercado", ha aseverado.
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