El 1 de octubre de 2025 entrará en vigor en España un cambio significativo en la formación de precios de la electricidad: el paso del mercado horario al mercado cuartohorario. A partir de ese día se fijarán 96 precios diarios, en intervalos de quince minutos, en lugar de los 24 precios por hora que se aplicaban hasta ahora.
La medida responde a la necesidad de reflejar con mayor precisión la realidad de un sistema eléctrico cada vez más dependiente de fuentes renovables, cuya producción es intermitente y varía a lo largo del día. Con este ajuste, los precios podrán adaptarse a la oferta y la demanda en franjas mucho más cortas, evitando que un pico de coste en unos minutos encarezca el precio de toda una hora.
El impacto del mercado cuartohorario no será igual para todos. Quienes lo notarán desde el primer día serán las empresas con potencias contratadas superiores a 50 kilovatios. Este tipo de consumidores ya dispone de contadores capaces de registrar consumos en intervalos de quince minutos, por lo que la facturación reflejará con precisión las variaciones de cada tramo.
Según explica Borja Osta, subdirector de Selectra, esto permitirá a las compañías planificar mejor su consumo. Hasta ahora, la recomendación podía ser encender un sistema de climatización a las siete de la mañana porque el precio de la hora completa era bajo. Con el nuevo sistema, se podrá afinar mucho más: será posible saber si el coste más económico se concentra, por ejemplo, entre las 7:45 y las 8:00, y desplazar el consumo exactamente a ese intervalo.
Consumidores domésticos
Para los consumidores domésticos y para aquellos con potencias contratadas iguales o inferiores a 50 kilovatios, la situación es muy distinta. La mayoría cuenta con contadores de tipo 4 o 5, que registran el consumo en bloques horarios y no en cuartos de hora. Por ese motivo, sus facturas seguirán aplicando un precio medio para cada hora, independientemente del momento exacto en que se realice el consumo.
Esto significa que, al menos por ahora, un hogar no verá diferencia entre poner la lavadora a las 7:15 o a las 7:45. El contador no distinguirá entre esos momentos, y el coste aplicado será el mismo dentro de toda la franja horaria. Osta subraya que para que los pequeños consumidores perciban de verdad la transición sería necesario un nuevo despliegue de contadores inteligentes capaces de medir cada quince minutos. Y esa posibilidad no parece cercana: el último reemplazo masivo, realizado en 2019, supuso cambiar 28 millones de aparatos y requirió una inversión muy elevada, lo que hace poco viable repetir la operación a corto plazo.








César
30/09/2025