Aumento de la irradiación solar en toda Europa occidental en la primavera de 2025

Europa occidental ha experimentado una de las primaveras más soleadas de su historia, con niveles de irradiación solar que superan significativamente los promedios históricos a largo plazo. Los datos sobre irradiación solar recientemente publicados por Solargis revelan que algunas zonas registraron hasta un 50 % más de irradiación horizontal global (GHI) en comparación con los promedios a largo plazo (30 años), lo que creó condiciones favorables para la generación de energía solar.

Durante los meses de marzo, abril y mayo, Europa occidental, incluidos el Reino Unido, Bélgica, los Países Bajos, Luxemburgo, el noroeste de Francia y el oeste de Alemania, experimentó una GHI significativamente superior a la media. Los datos de Solargis revelan lo siguiente:

Marzo: algunas zonas de Bélgica, Alemania y el Reino Unido registraron niveles de GHI hasta un 50% superiores a los promedios a largo plazo.

Abril: la mayor parte del noroeste de Europa registró niveles un 35% por encima de la media, excepto los países del sur de Europa (España, Portugal e Italia), que experimentaron niveles hasta un 25 % por debajo de la media a largo plazo.

Mayo: Escocia registró niveles de GHI hasta un 35% por encima de la media, continuando la tendencia por encima de la media en toda la región.

Reino Unido, el más beneficiado

Según un informe reciente de Euronews, el aumento de la irradiación solar ya ha tenido un impacto cuantificable en las tendencias de generación de energía, especialmente en el Reino Unido. El país registró un aumento interanual del 42% en la producción solar, generando 7,6 teravatios hora (TWh) de electricidad en los primeros cinco meses de 2025, lo que supone un hito sin precedentes. Por primera vez, la energía solar representó más del 10% de la generación mensual de electricidad del Reino Unido tanto en abril como en mayo, lo que redujo la dependencia del gas importado y contribuyó a un ahorro estimado de 710 millones de euros (600 millones de libras esterlinas) en costes de combustible.

Si bien el aumento de la disponibilidad de recursos solares ha creado oportunidades para obtener rendimientos energéticos superiores a los previstos, también pone de relieve la creciente necesidad de soluciones precisas de previsión y evaluación de proyectos. La variabilidad de la irradiación solar en Europa significa que algunas regiones registraron una irradiación inferior a la media, como España, Portugal e Italia, lo que refuerza la importancia de la toma de decisiones basada en datos en el sector solar europeo.

Para gestionar estas fluctuaciones de forma eficaz, los datos de series temporales de alta resolución se están convirtiendo en algo esencial para los desarrolladores y operadores fotovoltaicos. A diferencia de los conjuntos de datos TMY por hora, el análisis de series temporales ofrece una representación más precisa tanto de la variabilidad a corto plazo como de las tendencias a largo plazo, lo que permite una mejor planificación de los recursos y una mayor estabilidad operativa. A medida que las partes interesadas en la energía solar dan cada vez más prioridad a la precisión, la adopción de series temporales como estándar del sector contribuirá a una generación de energía más resistente y optimizada.

Más allá del GHI, los patrones de precipitación también se desviaron de las normas históricas, lo que pone de relieve la intrincada relación entre el clima y la producción de energía solar. En marzo se registraron hasta 200 mm por encima de la media a largo plazo de 30 años en España y Noruega, mientras que el Reino Unido y algunas partes de Alemania experimentaron hasta 140 mm por debajo de la media. Mayo fue notablemente seco en la mayor parte del noroeste de Europa, con hasta 80 mm por debajo de la media en el Reino Unido, Francia y Alemania.

Estas tendencias de precipitación reflejaron en gran medida los niveles de irradiación solar, ya que las zonas con precipitaciones inferiores a la media experimentaron generalmente una exposición solar superior a la media, lo que refuerza la necesidad de una supervisión cuidadosa y una adaptación estratégica para garantizar la estabilidad a largo plazo y un rendimiento energético eficaz.