La demanda peninsular de energía eléctrica durante el 2014, una vez tenidos en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, ha descendido un 0,2%, lo que supone una caída sensiblemente menor que la registrada el pasado año, que descendió un 2,2%. La demanda bruta fue de 243.486 GWh, un 1,2% inferior a la del 2013. La demanda de los sistemas no peninsulares ha descendido en el 2014 un 0,9% respecto al año anterior. Por sistemas, en Baleares ha caído un 1,7% y en Canarias, un 0,5%, mientras que en Ceuta y Melilla, ha crecido un 5,4% y un 0,3%, respectivamente. El enlace Península-Baleares ha registrado un saldo exportador hacia el archipiélago de 1.293 GWh, un 1,9% superior al 2013, lo que ha permitido cubrir el 23,2% de la demanda del sistema eléctrico balear.
Las renovables se mantienen
Las energías renovables han mantenido un papel destacado en la producción global de energía de este año cubriendo el 42,8% de la producción total (un 42,2% en el 2013). En términos absolutos, la generación renovable ha descendido un 1% respecto al año anterior, debido principalmente a la caída de la producción eólica en un 6,1%. Sin embargo, la energía eólica ha sido la tecnología con mayor contribución a la producción total en el sistema eléctrico peninsular en los meses de enero, febrero y noviembre.
La potencia instalada en el parque generador peninsular se ha mantenido prácticamente estable respecto al 2013 y al finalizar el año, se sitúa en 102.259 MW, un 0,1% menos que en diciembre del pasado año, debido principalmente a la reducción de 159 MW de potencia que ha registrado el carbón con el cierre de la central de Escucha. En parque no peninsular también permanece estable a excepción de Canarias donde destaca la incorporación de 12 MW en la isla de El Hierro, correspondientes a la central hidroeólica de Gorona del Viento.
Durante 2014 se han puesto en funcionamiento 621 km de circuitos de nuevas líneas, por lo que la red de transporte eléctrico nacional alcanza los 42.760 km de circuitos. Asimismo, la capacidad de transformación se ha incrementado en 3.535 MVA, elevando la capacidad total de transformación nacional a 84.779 MVA. Respecto a las emisiones de CO2 del sistema eléctrico peninsular, el aumento de producción con carbón se ha compensado con la generación de energía renovable, lo que produce un saldo de emisiones de 60,4 millones de toneladas en el 2014, valor similar al del 2013.
Nuclear, arriba; ciclos, en el abismo
Hasta aquí los fríos números. Pero buceando en los números hay muchas cosas que llaman la atención, pero especialmente tres. En el lado positivo, la buena marcha y la efectividad de la energía nuclear. En el lado negativo, el desastroso comportamiento de los ciclos combinados. Y, por último, las dudas que despierta la energía eólica que, en un buen año de viento, ha perdido un 6% de producción, aunque sigue siendo la segunda fuente de energía del sistema eléctrico español con una cuota del 20,4%.
En primer lugar hay que destacar la eficiencia del parque nuclear español, que ha funcionado de media el 88,23% del total de las horas del año (7.729 horas de las 8.760 horas del año). Ello le ha permitido posicionarse como la tecnología que mayor aportación ofrece al sistema eléctrico español. Con una potencia instalada de 7.864 MW, que solo supone el 7,27% del total, ha sido la fuente que más electricidad ha generado, cubriendo el 21,9% de la demanda nacional.
El presidente de Foro de la Industria Nuclear Española, Antonio Cornadó, no ha dejado pasar la ocasión para reivindicar el papel clave que juega el parque nuclear español. "Estos positivos datos reflejan la excelente operación de las centrales nucleares españolas y la gran necesidad de esta fuente de energía. Una fuente que ayuda a cumplir los objetivos de la política energética de la Unión Europea, contribuyendo de forma significativa a la sostenibilidad del sistema mediante la seguridad y calidad de suministro, el respeto ambiental y la competitividad".
La otra cara de la moneda la ofrecen los ciclos combinados, que se han acabado convirtiendo en el mayor esperpento del sector fruto de los errores de las políticas energéticas de los últimos gobiernos que han derivado en una sobrecapacidad del sistema superior al 100% de la demanda. Los datos hablan por sí solos: los ciclos combinados cuentan con el 24,8% de la potencia instalada en el sistema eléctrico español y solo generan el 8,5% de la electricidad. La razón de semejante despropósito es que, mientras la nuclear funciona de media un 88,2% de las horas del año, los ciclos se quedan descolgados del resto de fuentes, con un modestísimo 10,8%, dato que ya adelantó El Periódico de la Energía el pasado mes de septiembre en un artículo titulado “Ciclos combinados en España o cómo desperdiciar 13.100 millones”.
Pero la eólica es un caso aparte. Además de depender de que haya viento o no y de la velocidad de este, juega con dos factores en contra: de una parte, y al igual que la fotovoltaica, no se almacena y, por tanto, todo lo que produzca, por ejemplo, en las horas valle de la noche, se pierde. A ello hay que sumar otro factor determinante y es que con la orden de retribución de las renovables, a la eólica no le salen las cuentas porque se produce un efecto desolador: cuanto más produce, menos gana. De ahí la necesidad de las interconexiones para aprovechar toda la energía que se desperdiciael parón de la inversión, el elevado número de denuncias del sector ante el Supremo y en los tribunales internacionales y las dudas por la pérdida de producción del 6% registrada este año. Por lo demás, el comportamiento no es malo, ya que con el 22,3% de la potencia instalada generó el 20,4% de la producción. Como se ve, quedan muchas cosas por mejorar, pero lo que hace falta es la voluntad de hacerlo.
Fernando Vivas
05/12/2015