La estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) es el principal riesgo fiscal al que se enfrentará el Gobierno mexicano en los próximos años, advirtió Carlos Capistrán, economista en jefe para México y Canadá de Bank of America (BofA).
“Efectivamente, Pemex es un riesgo y probablemente el riesgo fiscal número uno que tiene la presente administración y que va a enfrentar la siguiente administración”, explicó en una conferencia virtual.
Capistrán consideró que el Gobierno mexicano corre el riesgo de que su déficit sea aún mayor con el esfuerzo que realiza por rescatar a la petrolera más endeudada del mundo.
Además, recordó que el presupuesto aprobado por el Congreso mexicano para 2024 muestra un deterioro fiscal significativo, con el mayor déficit fiscal que ha tenido el país en 30 años.
Los riegos del apoyo a Pemex
En este sentido, el economista de BofA insistió en que el riesgo se agrava con los apoyos fiscales a Pemex, que van desde la reducción de los impuestos hasta los apoyos directos contemplados en el presupuesto.
Capistrán mencionó que, antes, Pemex y el Gobierno contaban con el mismo grado de inversión de las calificadoras globales, pero que ahora Pemex ha perdido este nivel, por lo que los estímulos fiscales a la petrolera estatal vulneran las finanzas públicas de México y su calificación crediticia.
“Cuando le pasas dinero vas vulnerando tus finanzas públicas y ahí hay que tener mucho cuidado porque, si continúas haciendo eso, el riesgo que corres es que Pemex te arrastre y que entonces el Gobierno federal también empiece a bajar su calificación”, avisó.
Por otro lado, el experto vaticinó que la economía mexicana se desacelere hasta un ritmo de crecimiento del 2 % anual en la segunda mitad de 2024, tras las elecciones de México en junio y las de Estados Unidos en noviembre.
“Tenemos elecciones presidenciales, que vemos que, usualmente, lo que ocurre es un crecimiento más fuerte de lo normal en la primera mitad del año y luego una desaceleración más pronunciada en la segunda mitad del año”, expuso.
En 2023, el producto interior bruto (PIB) mexicano cerró con un alza del 3,1 %, según datos oficiales, y el Gobierno estima un crecimiento del 3 % para este año, superior al 2 % esperado por BofA.
Para Capistrán México tiene una oportunidad de expansión en los próximos años por la relocalización de las cadenas de suministro global o ‘nearshoring’.
Previó que los anuncios de inversión se mantengan en 2024, aunque la inyección de capital tardaría en materializarse hasta los siguientes años, pues las empresas podrían estar esperando el resultado de las elecciones presidenciales en México y Estados Unidos.
También detalló que la volatilidad de las tasas de interés, de las que espera un primer recorte en México en marzo próximo, y la posible depreciación del peso pueden ser factores que demoren las inversiones.
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