Se estima que anualmente se invierten unos 231.000 millones de euros en medidas de eficiencia energética en todo el mundo, pero si se quiere aprovechar todo su potencial, debería multiplicarse al menos por cuatro esa inversión, según el World Economic Forum. Tanto es así que la falta de apoyo financiero en este sector está frenando la transición energética.
Más datos. La intensidad energética global -una medida de la eficiencia energética de la economía de un país, calculada como unidades de energía por unidad de PIB- fue del 1,8% en 2015, tres veces más que el promedio de 2003-2013, pero todavía no llega a el 2,6% requerido para evitar el aumento medio de 2ºC la temperatura del planeta. Pero ¿cuál es el freno?
Una de las razones podría estar en la naturaleza intangible y comparativamente pequeña de los activos y proyectos de eficiencia energética, que desalienta a la banca tradicional y a los inversores a sumergirse en esta área. No son muy suculentos los beneficios de invertir en eficiencia, lo que es un inconveniente significativo para los inversores potenciales, porque a diferencia de otros productos financieros, la inversión se mide como un ahorro o reducción frente a una línea base de consumo o gasto.
Más de dos tercios del potencial en eficiencia aún no ha sido desarrollado. Además de frenar las emisiones de carbono, este potencial inactivo significa que se están pasando por alto importantes mercados económicos y de empleo. En el sector de la construcción, por ejemplo, hay un 80% de potencial en eficiencia; la rehabilitación de edificios públicos solo en la UE representa un mercado de 120.000 millones de euros para el período 2017-2020, y por poner un país, en Francia, el mercado estimado es de alrededor de 30.000 millones durante los próximos 10 años, con la creación de hasta un millón de empleos para el año 2025.
Hay que desbloquear y animar a que se impulsen esas inversiones, ¿podría Blockchain ser la respuesta? Según ha explicado José Luis Núñez Díaz, responsable de Desarrollo de Negocio IoT de Telefónica, en la Jornada 'Guía de Tecnologías para el Ahorro y la Eficiencia Energética 2018' organizada por ANESE (Asociación de Empresas de Servicios Energéticos), "se puede generar un segundo mercado de intercambio gracias a esta tecnología, y de hecho, ya hay varias aplicaciones de casos en otras partes del mundo, más de la mitad en Europa, donde se han desarrollado utilizando la tecnología blockchain, como es el pago automático de facturas, la carga y el intercambio de vehículos eléctricos y las criptomonedas para promover los hábitos de eficiencia y ahorro de un grupo de prosumidores o de trabajadores de una compañía".
La tecnología sirve como una plataforma inteligente de transacciones a un nivel sistemático que da lugar a que los ciudadanos puedan tener un alto grado de autonomía, las compañías eléctricas y los operadores de la red puedan volverse más eficientes al poder equilibrar la oferta y la demanda en tiempo real mediante la participación directa de los prosumidores y permitiría la integración de energía renovable en la red de una manera mucho más rentable.
"Hay casos muy claros en donde el blockchain puede funcionar con éxito, como por ejemplo utilizar los smart metering para ser más eficientes en el uso y consumo de la electricidad, para calcular la huella de carbono de una empresa o para garantizar un certificado de eficiencia energética de un edificio, y que no puedan ser manipulados", continúa Núñez Díaz, "porque el blockchain recoge cualquier hito y lo convierte en inmutable, es la base de su funcionamiento".
El modelo de igual a igual de blockchain, que se basa en la confianza engendrada por su libro digital permanente e inesfigurable, es una herramienta financiera muy oportuna que puede ayudar a superar la percepción del riesgo en las inversiones en eficiencia. Además ha demostrado ser un gran ahorro de costes y un habilitador de la eficiencia. Al desaparecer los intermediarios, las transacciones de blockchain reducen los costes, aceleran los procesos y dan como resultado una mayor flexibilidad en todo el sistema. Abren el camino hacia un sistema de energía sistémicamente más eficiente, flexible y descentralizado.
En el futuro, la tecnología blockchain podría permitir que millones de dispositivos de energía como calentadores de agua, vehículos eléctricos, baterías e instalaciones solares fotovoltaicas realicen transacciones entre ellos en el borde de distribución de energía eléctrica, "pero también se puede utilizar, por ejemplo, a la hora de ser eficientes en el uso del email, en apagar las luces de una habitación, los standby de tus aparatos electrónicos o de ahorrar en el uso del agua, por ejemplo, y después ser premiados con tockens, un incentivo para que todos no esforcemos en mejorar nuestros hábitos", concluye el experto, "lo que podría a su vez generar un segundo mercado de intercambio donde los más eficientes pudieran vender sus tockens y ganar algo a su favor, las posibilidades son infinitas y la iniciativa puede provenir de una empresa, de una comunidad de vecinos e incluso de un ayuntamiento que quiera incentivar el cambio de cultura y mentalidad de sus ciudadanos".
electronlibre
25/04/2018