El fabricante de componentes para automóviles y proveedor mundial de tecnologías y servicios Bosch registró en 2018 un beneficio operativo de 5.300 millones de euros, el mismo que en el ejercicio precedente, pese a experimentar un incremento de su facturación del 1,5%, hasta 77.900 millones, según cifras preliminares publicadas por la empresa.
Después de ajustar los efectos de los tipos de cambio, la firma asegura que el incremento de los ingresos asciende hasta el 4,3%, ya que los resultados de las ventas se vieron "muy afectados" negativamente en unos 2.100 millones de euros.
"A pesar del entorno económico adverso, Bosch tuvo un buen comportamiento en 2018. Las ventas y los resultados están nuevamente en un nivel récord", señaló el presidente del consejo de administración de Bosch, Volkmar Denner.
Por áreas empresariales, la de Soluciones de Movilidad registró unas ventas de 47.000 millones de euros el año pasado, un 2,3% más que en el año anterior, mientras que las de Tecnología Industrial, Bienes de Consumo y Energía y Tecnología de Construcción obtuvieron una facturación de 7.400 (+8,9%), 17.800 (-3,2%) y 5.500 (+2,3%) millones, respectivamente.
En Europa, Bosch registró unos ingresos de 41.000 millones de euros en 2018, lo que supone un aumento del 2,1% respecto al curso anterior. En Norteamérica (incluyendo México) obtuvo unas ventas por valor de 12.300 millones de euros, un 2,8% más.
De su lado, el fabricante de componentes para automóviles y proveedor mundial de tecnologías y servicios contabilizó unos ingresos de 1.400 millones en Sudamérica el año pasado, un 7,8% menos que en 2017, y de 23.200 millones en Asia-Pacífico (incluyendo otras regiones), un 0,4% más.
A 31 de diciembre de 2018, el grupo Bosch contaba con una plantilla de 410.000 empleados, 7.800 personas más que en el ejercicio precedente. De estas más de 400.000 personas, 69.500 se encuadraban en el área de Investigación y Desarrollo.
Según destacó la propia empresa, un punto clave en las actividades de I+D de Bosch es la conducción automatizada. Como parte del camino hacia la movilidad sin accidentes, la compañía está siguiendo dos vías de desarrollo. La primera se refiere a los sistemas de asistencia al conductor, que permitirán la conducción parcialmente automatizada en vehículos privados (niveles de automatización 2 y 3). Así, la compañía espera generar este año unas ventas de 2.000 millones de euros con los sistemas de asistencia.
La segunda vía de desarrollo llevará a la conducción automatizada sin conductor a partir de principios de la próxima década (niveles de automatización 4 y 5). "Esto propiciará un cambio de la movilidad individual. Abrirá la puerta a modelos comerciales disruptivos como los robotaxis y la movilidad basada en lanzaderas", apuntó Denner.
INVERSIÓN EN AUTOMATIZACIÓN
El directivo consideró que la automatización debe ser un "punto clave" de inversión futura, debido a su complejidad técnica. "Esperamos que, hasta 2022, nuestras inversiones anticipadas alcancen los 4.000 millones de euros", indicó, añadiendo que unos 4.000 ingenieros de Bosch están trabajando en la conducción automatizada.
De cara a 2019, Bosch espera que la economía mundial crezca a un ritmo del 2,3%. El "prudente" pronóstico de la firma alemana se debe a los desafíos geopolíticos en curso, como, por ejemplo, el Brexit, así como a "varios conflictos" comerciales.
Además, considera que las políticas económicas "agresivamente" proteccionistas en forma de aranceles punitivos o la retirada de los acuerdos de libre comercio están debilitando el gasto y la inversión de los consumidores.
No obstante, para el año que acaba de comenzar, Bosch pretende desarrollarse mejor que los mercados en los que opera, pese a las "importantes" inversiones anticipadas, para continuar asegurando su "alto nivel" de beneficios.
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