La Comisión Europea ha adoptado las nuevas etiquetas de eficiencia energética para electrodomésticos, que serán visibles en las tiendas físicas y digitales a partir del 1 de marzo de 2021 y que introducen una escala única (de la A a la G) que reemplaza la actual clasificación para los productos más eficientes (A+, A++ y A++).
La reforma, pactada en 2017 por las instituciones europeas, tiene el objetivo de conseguir que los consumidores europeos tienen una información más clara y comprensible, de forma que facilite la toma de decisiones a la hora de adquirir los aparatos.
En concreto, las nuevas etiquetas energéticas europeas se utilizarán para electrodomésticos como lavadoras, lavavajillas, frigoríficos, lámparas y productos electrónicos como monitores de televisión, pero también a las máquinas de venta directa que refrigeran, por ejemplo, productos alimenticios.
Bruselas ha destacado que la introducción de las primeras etiquetas energéticas de la UE ha impulsado el desarrollo de productos cada vez más eficientes, pero también ha resultado en un sistema de etiquetado” demasiado complejo”.
El nuevo sistema elimina las escalas intermedias en la parte superior de la clasificación (A+, A++ y A++) y recupera un sistema más simple que irá desde la letra A hasta la G. La Comisión Europea considera que esta simplificación facilitará la comprensión por parte de los consumidores.
Según el Ejecutivo comunitario, el 85% de los ciudadanos se fija en las etiquetas de eficiencia energética para comprar electrodomésticos, pero las categorías actuales del etiquetado resultan “confusas” y oculta las diferencias reales en eficiencia entre productos.
Además, estima que entre el 10% y el 25% de los productos que se encuentran en el mercado no cumplen con los requisitos de etiquetado y eficiencia energética y que en torno al 10% del ahorro de energía previsto se pierde por este incumplimiento, que en parte se debe al “escaso” control por parte de las autoridades nacionales.