La Comisión Europea instó este miércoles a aquellos países que, como España, están diseñando impuestos extraordinarios sobre los beneficios caídos del cielo de las energéticas que lo hagan "con cuidado" para evitar distorsiones indeseadas y que no frene inversiones en energías renovables.
En un debate ante el Parlamento Europeo, la comisaria de Justicia, Vera Jourova, destacó que, según la opinión de los economistas, gravar "adecuadamente" los beneficios extraordinarios de las eléctricas derivados de la escalada de precios puede ser "eficiente" porque aumentarían los beneficios públicos "sin afectar a las decisiones de las empresas".
Así, Bruselas ve con buenos ojos que los Estados miembros adopten este tipo gravámenes, pero la comisaria checa añadió que siempre con carácter "excepcional" y siempre que sean diseñados "con cuidado para evitar que generen distorsiones indeseadas del mercado y desincentiven inversiones en energías renovables".
"Las orientaciones que la Comisión Europea publicó en marzo dicen que la medida no debe ser retroactiva, debe ser neutral desde el punto de vista tecnológico y debe permitir que los productores de electricidad cubran sus costes", señaló.
Proteger el sistema de comercio de emisiones
Además, Jourova subrayó que estos impuestos extraordinarios deben ser "temporales", es decir, tener una vigencia acotada desde el inicio, y tiene que "proteger las señales (de precios)" del sistema europeo de comercio de emisiones, que es "crucial" para la descarbonización del bloque.
En la misma línea, destacó que deben gravar exactamente los ingresos "inesperados" que se deban a "cambios repentinos de las condiciones de mercado", como el aumento de precios actual, y no a decisiones de inversión de las empresas o a mejoras de su eficiencia e innovación.
Con respecto al uso de los ingresos por estos impuestos extraordinarios, Jourova apuntó que deben utilizarse para apoyar a los consumidores "vulnerables" a través de medidas para compensar el alza de los precios de la electricidad en sus facturas.
"Técnicamente, diseñar y aplicar un impuesto sobre los beneficios caídos del cielo es factible, pero no es tan sencillo como puede parecer porque hay muchos parámetros diferentes para considerar", resumió la titular de Justicia del Ejecutivo comunitario, quien destacó que Bruselas también está analizando si puede coordinar de alguna manera la introducción de este gravamen.
Aplicable en 2023
El pasado 25 de junio, el Gobierno confirmó que está diseñando un nuevo tributo que gravará los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas como consecuencia del alza de los precios de la energía a través de una proposición de ley del PSOE y Unidas Podemos.
Fuentes del Ministerio de Hacienda explicaron a EFE que la idea es poner el devengo del nuevo impuesto el 31 de diciembre de 2022, de manera que el nuevo tributo sería exigible a partir del 1 de enero de 2023, pero sí afectaría a los beneficios extraordinarios de estas compañías en el ejercicio 2022.
Joaquim
26/09/2022