La Comisión Europea ha presentado este miércoles las primeras claves del plan con el que la Unión Europea (UE) aspira a acelerar las inversiones en industrias verdes, por ejemplo flexibilizando las reglas para ayudas de Estado, para hacer frente al impacto de los subsidios verdes de países como Estados Unidos o China que los europeos consideran "injustos" para su mercado.
La presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, ha sido la encargada de presentar estas líneas maestras para contrarrestar el impacto en la economía europea de la nueva Ley para la Reducción de la Inflación (IRA) estadounidense, con un paquete de 369.000 millones de dólares en subsidios para potenciar la inversión en Estados Unidos, y a las inversiones en tecnologías limpias anunciadas por China, que supera los 280.000 millones de dólares.
La carreras por las inversiones verdes
Estas son las líneas maestras que Bruselas presentará para orientar el debate de los líderes en su próxima reunión del 9 y 10 de febrero, donde se escucharán las aportaciones de los Veintisiete, para regresar con propuestas legales a tiempo para la cumbre del 21 de marzo.
A medio plazo, la Comisión pretende dar una respuesta estructural a las necesidades de inversión proponiendo un Fondo Europeo de Soberanía como parte de la revisión del marco financiero plurianual antes del verano de 2023, pero para el que Von der Leyen aún no da cifras porque su alcance es "más amplio", ya que pretende dar una respuesta europea para favorecer la tecnología de vanguardia necesaria para la transición ecológica.
"Tenemos que trabajar con lo que tenemos", ha insistido la presidenta de la Comisión, que ha defendido el planteamiento de Bruselas de redirigir las inversiones de fondos ya existentes para favorecer la aceleración en energías renovables y convertir a Europa en un territorio a la altura de sus competidores.
En este sentido, Bruselas ha tenido en cuenta que los países de la UE ya pueden recurrir a los 27 planes nacionales de recuperación y resiliencia, que ponen a disposición de los Estados miembro un montante de 250.000 millones de euros para medidas verdes, incluidas las inversiones en apoyo de la descarbonización de la industria, mientras que la financiación de las cadenas de valor industrial con cero emisiones netas puede incrementarse en escala y velocidad mediante ayudas estatales específicas.
Flexibilidad en las subvenciones
Sin embargo, para evitar la fragmentación del Mercado Único debido a los distintos niveles de apoyo nacional y a las distintas la UE para facilitar la transición ecológica en toda la Unión, razón por la que aboga por dar más flexibilidad a los Estados miembro para conceder ayudas en energías renovables, tecnologías de descarbonización y medidas de eficiencia energética.
La Comisión plantea flexibilizar estas normas sobre ayudas estatales que se aplicarán a través del Marco Temporal de Crisis y Transición (MTCT) para las ayudas estatales, que consistirán en ampliar las disposiciones a tecnologías limpias y almacenamiento, eliminar la necesidad de licitaciones abiertas para las tecnologías menos maduras o ampliar plazos para completar proyectos.
En particular, Von der Leyen ha especificado que la Comisión propone permitir la flexibilización de ayudas de los Estados miembro a la producción de "seis áreas claramente definidas": baterías, paneles solares, turbinas eólicas, bombas de calor, electrolizadores y el uso y almacenamiento de la captura de carbono, así como las materias primas críticas relacionadas necesarias para la producción de dichos equipos.
La oferta del Ejecutivo comunitario coincide además con la propuesta española para hacer frente al IRA que planteaba la concesión de vías rápidas y cartas de garantía o la supresión de umbrales mínimos para participar en proyectos de interés común, a fin de acelerar las inversiones en sectores clave para la transición verde como el energético.
Además, y también en la misma línea que el documento español, destaca el papel crucial de la reforma del mercado eléctrico que Bruselas presentará en marzo y que se encuentra abierta a consulta pública para las partes interesadas hasta el próximo 13 de febrero.
Comercio internacional
La presidenta de la Comisión ha incidido, además, en la necesidad de la UE aprovechar los acuerdos comerciales y de esforzarse por resolver sus diferencias con potencias como Canadá o Reino Unido, al tiempo que trabaja para concluir acuerdos con México, Chile, Nueva Zelanda y Australia, y para avanzar con India e Indonesia.
De igual modo, ha animado a reanudar las conversaciones sobre el acuerdo con Mercosur --en punto muerto por las diferencias entre los propios 27 y las dudas respecto al compromiso climático de Brasil-- ya que el comercio internacional es "clave" para ayudar a nuestra industria a reducir costes, crear empleo y desarrollar nuevos productos.
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