La Comisión Europea presenta este miércoles su estrategia para impulsar las industrias de tecnologías y energías limpias en la Unión Europea, que pasa por facilitar ayudas públicas y exenciones fiscales a estos sectores, buscar nueva financiación comunitaria, diversificar las fuentes de materias primas y aumentar la producción europea de tecnologías verdes.
El nuevo plan es la respuesta de Bruselas a la ley antiinflación estadounidense (IRA), que prevé subsidiar con unos 370.000 millones de dólares las tecnologías limpias de fabricación nacional, creando una desventaja para las empresas europeas que, teme la UE, podría llevarles a abandonar el continente.
El plan verde de la UE
La comunicación que presentará la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, servirá de marco para que los líderes debatan en su cumbre del próximo 1 de febrero, pero "no es la totalidad de las propuestas" que Bruselas hará dentro de la estrategia puesto que esperará a tener la opinión de los Estados antes de presentar, de aquí a finales de marzo, legislaciones concretas, explicó este martes el portavoz del Ejecutivo comunitario.
Bruselas prevé, en primer lugar, relajar las normas de ayudas de Estado para facilitar los subsidios a proyectos como las energías renovables y permitir que los países concedan exenciones fiscales a inversiones verdes en sectores estratégicos, tal como ha avanzado la vicepresidenta responsable de Competencia, Margrethe Vestager.
La idea es poder igualar el apoyo que ofrecen otras jurisdicciones para evitar que las empresas salgan de Europa, pero serían modificaciones temporales y específicas para sectores dónde exista este riesgo.
Este impulso a la inversión nacional debería complementarse, a juicio de Bruselas, con fuentes de financiación a nivel europeo para evitar desigualdades dentro del mercado comunitario, donde no todos los Estados tienen el mismo margen para dar ayudas públicas a sus industrias, para lo que propone crear un "fondo de soberanía".
La medida empezará discutirse a mediados de año, dentro de la revisión del presupuesto europeo plurianual, aunque a priori será difícil encontrar la financiación para el fondo dentro de las cuentas por lo que habría que buscar fuentes alternativas.
Ayudas a las renovables
Países como Alemania y Holanda han rechazado emitir más deuda común para financiarlo y argumentan que ya hay financiación europea disponible para este fin; España tampoco lo ve prioritario y aboga primero por agilizar las ayudas de estado y del fondo de recuperación.
La Comisión también incluye en el plan una nueva "ley de industria cero emisiones" destinada a aumentar la producción europea de tecnologías limpias, como paneles solares, aerogeneradores o baterías, siguiendo un modelo similar al de la ya aprobada ley de chips.
La propuesta, que llegará a mediados de marzo, fijará objetivos de producción para 2030, reducirá cargas administrativas y acelerará la concesión de permisos, explicó recientemente el comisario de Industria, Thierry Breton, quien señaló las licitaciones públicas o los proyectos europeos de interés común como otras herramientas a explotar para aumentar la manufactura europea.
Esto vendrá acompañado de una ley de materias primas críticas para reducir la dependencia, sobre todo de China, en el suministro de elementos como litio o tierras raras, potenciando la extracción o reciclado en Europa pero también cerrando acuerdos con países alineados para diversificar los suministros, como Chile, México o Nueva Zelanda.
"Tenemos que mejorar en el fomento de nuestra propia industria (...). Nuestro plan para Europa es asegurar nuestro lugar como el hogar de la innovación industrial y las tecnologías limpias", ha dicho von der Leyen.
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