La Comisión Europea ha propuesto retirar el veto total a la comercialización de vehículos de combustión a partir de 2035 y permitir, en su lugar, una producción "limitada" de este tipo de automóviles hasta alcanzar un 10% de las emisiones de CO2 permitidas en 2021; una propuesta que atiende a la relajación de las normas pedida por parte de la industria y Alemania, pero desoye la llamada de España y Francia a mantener los objetivos pactados.
La oferta de Bruselas es un primer paso que debe ser aún negociado entre el Consejo y el Parlamento Europeo para ser adoptada en su forma definitiva y, según recalcan fuentes comunitarias, en todo caso ese margen deberá ser "compensado completamente" por los propios fabricantes con "créditos" obtenidos a partir del uso del llamado "acero verde" producido en la UE o de biocombustibles.
El Ejecutivo comunitario insiste en que se trata de una flexibilidad que no cuestiona el objetivo último de alcanzar la neutralidad climática a más tardar en 2050, por lo que los fabricantes deberán cumplir aún en 2035 un objetivo de reducción del 90% de las emisiones vinculadas a los vehículos de combustión.
La producción de los coches de combustión
De este modo, argumenta Bruselas, el margen del 10% permitirá que junto a la producción de vehículos eléctricos y de hidrógeno, sigan teniendo "papel importante" otros modelos como los híbridos enchufables, los vehículos con extensores de autonomía, los híbridos suaves y los vehículos con motor de combustión interna, como pedía la industria.
La supresión de la prohibición total en 2035 formar parte de un paquete más amplio de apoyo al automóvil que el vicepresidente de Prosperidad y Estrategia Industrial, el liberal Stéphane Séjourné, ha definido como un "salvavidas" para el sector en la Unión Europea.
También prevé flexibilidades para las camionestas --con una trayectoria revisada y un nuevo objetivo para 2030-- y para los camiones, ha explicado el vicepresidente comunitario.
"Usamos todos los recursos a nuestro alcance: simplificación, flexibilidad, preferencia europea, apoyo específico e innovación", ha destacado Séjourné, para quien el plan permitirá "restaurar el liderazgo" de la industria europea y liderar al mismo tiempo la transición climática global.
Otra de las medidas es la creación de una categoría específica de coches eléctricos pequeños y asequibles de producción europea, que se beneficiarán de una flexibilización de las normas y facilidades regulatorias.
El comisario económico, Valdis Dombrovskis, por su parte, ha avisado de que el sector automovilístico europeo está en una "encrucijada" y pedido actuar con celeridad para que esta industria sea "parte integral del futuro industrial de Europa, y no sólo parte de su patrimonio".







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