Hace unos años, incluso a día de hoy, muchos de ustedes se creen que ya no van a poder utilizar sus calderas de gas para calentarse su hogar. Que van a tener que cambiar la caldera por una bomba de calor u otro aparato. Que el Gobierno les iba a obligar a ello a partir de 2030 o 2035.
Pues olvídese. Eso fue un bulo. Lo único que había es que la Comisión Europea aprobó que iba a dejar de subvencionar las calderas de gas en Europa a partir de 2035. De eso a prohibirlas hay un paso. Pero ahora, Bruselas ha dado otro más y ha acabado con el bulo de las calderas de un plumazo.
A partir de 2040, en vez de gas natural, que es un combustible fósil, tendrá que utilizar gases verdes o renovables. Según la modificación sobre la nueva normativa sobre rendimiento energético de los edificios que acaba de publicar la Comisión Europea, los edificios de la Unión Europea tendrán que abandonar los combustibles fósiles.
"Los edificios de cero emisiones no deben causar ninguna emisión de carbono in situ procedente de combustibles fósiles", señala el Artículo 11 de la Directiva de ZBE (Zero Building Emissions).
Esto significa que no se permite la combustión de combustibles fósiles para generar energía en el sitio para satisfacer las necesidades del edificio.
Consumo de energías limpias
Los nuevos edificios tienen que consumir energías limpias, ya sean renovables in situ o cercanas al consumo, a través de una comunidad de renovables o un sistema eficiente de calefacción o refrigeración. El caso es que no contamine.
Ahora, dentro de lo que son energías renovables, Bruselas acepta los biogases y otros combustibles renovables para poder calentarse el hogar. Por tanto, no es necesario que tenga usted que deshacerse de la caldera de su casa ni le van a obligar a ello ni nada parecido. Lo único que cambia es el gas que a partir de ahora tendrá que ser generado a partir de residuos orgánicos, por tanto serían los denominados gases verdes (biometano, etc).
Además, "la energía derivada de la combustión de combustibles renovables se considera energía procedente de fuentes renovables generada in situ cuando la combustión del combustible renovable tiene lugar in situ". Esto significa que entran dentro de la nueva normativa para calentarse los hogares.
El objetivo es descarbonizar los hogares y ahora la Unión Europea también va a tener en cuenta otras tecnologías que hasta ahora no tenía muy en cuenta y que pueden ayudar a los europeos a descarbonizar sus usos energéticos.
Entre las medidas que propone para descarbonizar el parque de viviendas está la sustitución del combustible fósil por combustibles renovables, como biocarburantes, biolíquidos, combustibles de biomasa, combustibles renovables de origen no biológico y los biogases. En particular, se destaca el biometano que es donde España podría tener un importante desarrollo.
Nueva planificación a 2040
Por otro lado, la Comisión Europea pretende obligar a los Estados miembros a hacer una planificación hacia 2040 de Renovación de Edificios (NBRPs).
Lo que busca Bruselas es que los Estados evalúen qué medidas deben adoptarse para la descarbonización completa de la red de gas (imposición de blending de gas renovable con gas fósil, planes de transformación de la red de gas, objetivos específicos de inyección de renovables en la red).
Así mismo, deben estimar el porcentaje de calderas que en 2040 estarán utilizando combustibles renovables. En definitiva, hacer un plan a 2040 para un mayor uso de los gases y combustibles renovables.
Así que con todo ello, ya pueden olvidarse del bulo de las calderas. Los gases verdes podrán ser una solución para los millones de españoles y europeos.
Jose Luis
04/07/2025