El Gobierno de Bulgaria se ha dado hasta el 21 de noviembre para decidir el futuro de una refinería de la empresa rusa Lukoil, la mayor del país balcánico, tras las sanciones impuestas por Estados Unidos al consorcio ruso, al tiempo que garantiza el suministro energético.
Estados Unidos impuso nuevas sanciones al consorcio ruso Lukoil, propietario de la refinería Neftochim Burgas, la mayor del sudeste de Europa y principal suministradora de combustibles del país balcánico.
El primer ministro, el conservador Rosen Zhelyazkov, ha anunciado, a su llegada a la cumbre de líderes europeos en Bruselas, que el Gobierno analizará durante las próximas semanas las posibles medidas, según informó la Radio Nacional de Bulgaria (BNR).
Zhelyazkov aseguró que la producción y el suministro de productos petrolíferos "no se verán afectados", ya que la planta no opera con crudo ruso, aunque advirtió de posibles dificultades en las transacciones financieras y el uso del sistema SWIFT debido a la propiedad rusa de la empresa.
Bulgaria y las sanciones de EEUU
Bulgaria dejó de importar petróleo ruso el 1 de marzo de 2024 y, desde enero, prohibió la exportación de derivados elaborados con crudo procedente de Rusia.








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