Camby y Llama Energy: 'startups' españolas traen ahorro automático a la factura de la luz

En un país donde el precio de la electricidad se ha convertido en tema de conversación cotidiana, las startups españolas Camby y Llama Energy impulsan una transformación silenciosa pero profunda: la automatización inteligente del ahorro energético. Ambas empresas comparten la visión de simplificar la gestión de la energía, pero lo hacen desde modelos distintos que revelan la madurez creciente del ecosistema tecnológico español en este ámbito.

Camby: la startup que quiere ser el punto de acceso inteligente a la energía

“Camby nace después de varios años intentando transformar el sector energético desde dentro”, explica Mario Fernández, CEO y cofundador de la compañía. Antes de fundar Camby, Fernández ya había impulsado Hobeen, una plataforma de digitalización energética para grandes utilities. Sin embargo, según relata, aquel modelo B2B2C (dependiente de procesos corporativos lentos) se convirtió en una barrera para el verdadero propósito: ayudar directamente a las personas.

“Entendimos que la complejidad era el mayor enemigo del impacto. Camby nace de esa lección: simplificar para llegar a todos”, resume. Desde ese planteamiento, la empresa ha desarrollado un sistema de autoswitching energético basado en inteligencia artificial que compara, analiza y cambia automáticamente las tarifas eléctricas entre más de 30 comercializadoras. El objetivo es que cada usuario pague siempre el precio más justo, sin esfuerzo ni intermediarios.

Su funcionamiento se basa en un algoritmo que rastrea constantemente las ofertas reales del mercado y las cruza con los patrones de consumo del usuario. “La inteligencia artificial es el corazón de Camby”, afirma Fernández. “Nuestro sistema analiza las tarifas reales del mercado y evalúa si existe una oferta que permita ahorrar sin comprometer la estabilidad ni las condiciones del contrato. Cuando la detecta, predice el ahorro, valida penalizaciones y ejecuta el cambio automáticamente”.

Según datos de la CNMC, más de 7,25 millones de españoles cambiaron de comercializadora en 2024, una cifra que muestra la creciente sensibilidad de los consumidores hacia la optimización del coste energético. “Los consumidores están más informados, pero también más saturados”, explica su CEO. “Llamadas, ofertas confusas, comparadores sin criterio real… Camby elimina ese ruido y convierte el cambio de tarifa en un proceso automático, neutral y 100 % digital”.

Esa neutralidad es, precisamente, una de las sensibilidades y aparentes fortalezas de la compañía: Fernández insiste en que “Camby no tiene exclusividades con ninguna comercializadora”. El modelo de ingresos se basa en una comisión fija pagada por las compañías eléctricas, no por el usuario, lo que permite mantener el servicio gratuito sin perder independencia. “Si una tarifa no mejora la actual, Camby simplemente no actúa”, subraya.

La startup, que acaba de anunciar su lanzamiento oficial, ha recibido 1,3 millones de euros en financiación pública y privada, incluyendo fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia – Next Generation EU y del programa Hazitek 2025 del Gobierno Vasco. Con esa inyección, la empresa se centra en tres ejes de crecimiento: el escalado tecnológico de su IA, la consolidación del mercado español y la expansión internacional hacia países como Portugal, Italia o Países Bajos.

A medio plazo, Fernández vislumbra un futuro donde “la gestión energética pasará del control al automatismo inteligente”. “Los usuarios no quieren más datos ni gráficos: quieren soluciones que actúen por ellos”, sostiene. “Camby empieza automatizando el contrato, pero está preparado para gestionar toda la energía del hogar —autoconsumo, coche eléctrico, baterías— de forma proactiva y transparente”.

Llama Energy: independencia por suscripción

En el mismo terreno de la automatización, Llama Energy apuesta por un enfoque diferente: un modelo de suscripción anual sin comisiones, que garantiza independencia total respecto a las comercializadoras. “Nos dimos cuenta de que la mayoría de los hogares en España pagan de más por la electricidad simplemente porque el mercado es complejo y cambia constantemente”, explica su cofundador, Alexander Pavlov. “Las tarifas varían cada pocos meses, los descuentos caducan sin aviso, y muy poca gente tiene el tiempo o los conocimientos para revisar su contrato con frecuencia”.

Su solución: poner la optimización “en piloto automático”. A través de inteligencia artificial, el sistema de Llama Energy analiza las facturas eléctricas en segundos, identifica los patrones de consumo y compara los resultados con miles de tarifas disponibles en tiempo real. “El sistema monitoriza los cambios de precios, las fechas de vencimiento y las variaciones estacionales para detectar cuándo un cambio generaría ahorro”, detalla Pavlov.

A diferencia de otros modelos, Llama Energy cobra una cuota fija de 25 euros al año, lo que elimina los posibles conflictos de interés derivados de las comisiones. “Queríamos romper con el modelo tradicional de intermediarios que cobran de las compañías eléctricas que recomiendan. Nuestro único incentivo es encontrar la tarifa más barata y justa para el cliente”, afirma su cofundador. Según sus datos, los usuarios consiguen un ahorro medio de entre 300 y 400 euros anuales, equivalente al 30 % de su factura.

Pavlov celebra que existan nuevos actores en este espacio. “Cuantas más compañías como Llama, Camby y otras haya, mejor para el mercado y para los consumidores”, apunta. “La competencia sana impulsa la transparencia y la innovación”.

Mirando al futuro, cree que el autoswitching energético será pronto “la forma estándar de gestionar la energía”. “Así como ya existen herramientas automáticas de ahorro o inversión, pronto será lo mismo con la electricidad”, explica. “Y la optimización irá más allá: incluirá gas, energía solar, vehículos eléctricos y gestión inteligente del hogar, todo conectado y automatizado en un solo lugar”.

Tanto Camby como Llama Energy coinciden en una idea central: el usuario debe ser el centro del ecosistema energético. En un mercado cada vez más digitalizado y competitivo, estas startups españolas representan una nueva generación de empresas que entienden que el verdadero progreso no está solo en producir energía más limpia.