España es uno de los países con mayor penetración de contadores inteligentes de la luz en los hogares. Las empresas distribuidoras hicieron bien sus deberes y cambiaron los contadores más o menos en tiempo y forma. Pero ha sido llegar el primer cambio de tarifas, unos nuevos peajes y cargos, y toda la inteligencia de algunos contadores ha desaparecido. De la noche a la mañana.
Y es que miles de consumidores, desde domésticos a pymes hasta grandes empresas, están sufriendo durante este verano uno de los mayores caos que se recuerdan en el sector eléctrico. Algunas distribuidoras, como es el caso de Unión Fenosa (Naturgy) o Endesa, están generando muchos problemas a estos consumidores porque no están pudiendo leer bien los contadores de la luz. Es decir, no están enviando a las comercializadoras las lecturas de la luz de los clientes y por tanto estas no pueden facturarles. Y claro genera mucho enfado entre los consumidores porque luego les viene todo de golpe y supone un sobrecoste importante, sobre todo en estos tiempos de altos precios.
“Las comercializadoras tenemos que facturar a los clientes según las lecturas y facturas que nos emitan las distribuidoras. En junio, cuando cambiaron las tarifas, hubo muchos errores de facturación que se pueden justificar por el gran cambio realizado en la factura eléctrica. Sin embargo, dos meses después seguimos sufriendo retrasos injustificables en la facturación de las distribuidoras", asegura Javier Bescós, presidente de ACIE, la asociación de comercializadoras independientes.
Desde las distribuidoras achacan los problemas a algunos problemas tecnológicos que arrojan fallos en las lecturas que están tratando de solventar lo antes posible. Aun así en algunos casos también se están haciendo algunas estimaciones de consumos para poder facturar ahora y ya más tarde refacturar en cuanto se haya resuelto el incidente.
En el caso de Unión Fenosa Distribución trabajan para solventar algunas incidencias puntuales en sus sistemas informáticos tras la entrada en vigor de los nuevos peajes eléctricos.
"Se trata de una afección residual a una serie de usuarios que, en ningún caso, tendrán ningún perjuicio económico como consecuencia de esta situación. En concreto, en la mayor parte de los casos supone un retraso en la emisión de sus facturas o una estimación de las mismas hasta la adaptación del suministro a la nueva estructura tarifaria que serán posteriormente ajustados al consumo real una vez que las incidencias en el sistema de facturación estén resueltas.
Por tanto, los consumidores afectados por esta incidencia tendrán un efecto económico neutro y cualquier modificación que realicen en su suministro, como un cambio de potencia o similar, tendrá fecha efecto desde el momento en que hayan realizado la solicitud. UFD está asimismo en permanente contacto con las comercializadoras para que puedan ofrecer a sus clientes toda la información de forma transparente y precisa sobre la evolución de cualquier incidencia en los servicios recibidos tras la implantación de la nueva estructura de peajes eléctricos", afirman fuentes de la compañía.
Por su parte, Endesa asegura que están trabajando para solucionar los problemas técnicos que han tenido con los contadores y que están hablando con las comercializadoras para solucionar el retraso de las facturas. Por ejemplo, negocian con algunos clientes que el pago no sea de golpe sino que se aplace en posteriores recibos, sobre todo si se trata de grandes cantidades. Incluso abren la puerta a ayudar a algunas pequeñas comercializadoras en el caso de que estén sufriendo problemas de caja.
Y es que las comercializadoras están sufriendo mucho al tener que comprar la energía que luego no pueden facturar. "La comercializadora es la empresa que da la cara frente al cliente y estos retrasos están suponiendo muchos enfados en nuestros clientes y una pérdida de imagen frente a ellos", asegura Bescós.
"Además, operativamente nos está suponiendo pérdida de circulante al tener que comprar la energía sin facturarla en hasta un 16% de nuestros clientes y mucha carga de trabajo atendiendo las miles de reclamaciones de los consumidores, abriendo reclamaciones en la distribuidora y llevando un seguimiento de todas ellas", continúa.
Tal y como contó en este diario Javier Colón, director gerente de la consultora Neuro Energía, los últimos tiempos de la comercializadoras están siendo de guerra.
"Este año, entre otras cosas, hemos tenido que adaptar todos nuestros sistemas, explicar el cambio de tarifas a los clientes y aconsejarles cómo adaptarse, soportar los errores o retrasos de toda la cadena de mercado, soportar un 21% de IVA en los peajes y cargos de nuestros clientes, frente al 10% que les trasladamos, aguantar la subida de los precios de la energía en los clientes con los que teníamos pactado un precio fijo anual o soportar las lecturas estimadas de ciertas distribuidoras desde el confinamiento", explica el presidente de ACIE.
Los cambios tarifarios no solo han provocado precios más caros para buena parte de los consumidores, sino que también ha generado estos retrasos a la hora de facturar. Sólo cabe esperar a que se solucione lo antes posible y todos los consumidores puedan recibir sus facturas en tiempo y forma, por el bien de toda la cadena de mercado.
Juanma
16/09/2021