Cataluña se enfrenta a un desafío mayúsculo en su camino hacia la descarbonización, con retrasos en la implantación de energías renovables, un cierre nuclear programado para 2030 y una creciente dependencia del gas natural.
Actualmente, Cataluña cuenta con una capacidad instalada de 4.005,56 MW de ciclos combinados, distribuidos principalmente en las provincias de Barcelona y Tarragona. Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), Barcelona alberga 2.600 MW, provenientes de plantas como Besós 3 y 4 (400 MW cada una), Besós 5 (800 MW) y las dos unidades de Puerto de Barcelona, que suman 1.000 MW (500 MW cada una). En Tarragona, las instalaciones suman 1.405,56 MW, con centrales como Tarragona Power (405,56 MW) y CTCC Plana del Vent 1 y 2 (500 MW cada una).
Estos datos reflejan que el gas natural se posiciona como una pieza clave del mix energético catalán, un recurso que podría intensificarse si no se logran superar los múltiples obstáculos que enfrenta el desarrollo de las renovables.
Autorizaciones
Cataluña ha autorizado 2,9 GW de renovables que aún no se han construido y tiene otros 5,4 GW en tramitación. Sin embargo, estos proyectos se enfrentan a dificultades que van desde problemas urbanísticos hasta recursos judiciales, muchos de ellos promovidos por la Unió de Pagesos por la pérdida de terreno agrícola. En total, hay 600 recursos abiertos, de los cuales 200 han llegado al contencioso administrativo y varios están en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
En 2024, se instalaron apenas 79 MW de renovables, mientras que se autorizaron 1.000 MW, pero este avance sigue lejos de los 15.408 MW de capacidad renovable que se proyectan para 2030 en el PROENCAT. La realidad actual es que Cataluña genera solo el 18% de su electricidad con renovables, muy por debajo del promedio estatal del 57%.
"Por desgracia, nosotros haremos la transición ecológica con gas, y si no ya lo veréis, porque no tendremos más remedio. Y será triste, tanto por emisiones de CO2 como por precio, que es el otro de los problemas que tiene el gas, si se utiliza en cantidades industriales. No tendremos ni los megavatios y creo que se desconectarán las centrales nucleares", indicó el nuevo director general de Energia, Josep Maria Serena,** en una jornada con el sector en el Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña en Barcelona.
Cierre nuclear
El cierre de las centrales nucleares, que actualmente producen el 56,9% de la electricidad en Cataluña, está previsto para 2030. Para aplazar este cierre sería necesaria una moratoria, cuya aprobación debería comenzar este mismo año, ya que su tramitación puede tardar cinco años. Sin esta extensión, Cataluña podría enfrentarse a un escenario de mayor dependencia del gas y de pérdida de soberanía energética.
Otro elemento clave sería la implementación de las líneas de Muy Alta Tensión (MATE) para importar electricidad desde Aragón, donde el desarrollo de renovables avanza a mayor velocidad. Sin embargo, estas líneas también enfrentan resistencias y podrían no llegar a tiempo.
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