La energía nuclear es crucial para la independencia energética de Cataluña, representando casi el 60% de la generación total de electricidad y evita la emisión de 10 millones de toneladas de CO2 anuales. Sin estas centrales aumentaría su importación de energía de otras regiones o países.
Además, la energía nuclear contribuye significativamente al desarrollo industrial de Cataluña, proporcionando electricidad a un coste competitivo y estable, lo que es esencial para mantener la competitividad de las industrias locales. La disponibilidad de energía nuclear también atrae inversiones y fomenta el crecimiento económico, creando empleos y fortaleciendo la infraestructura energética de la región.
Sin esta fuente de energía, Cataluña enfrentaría mayores costes energéticos y una mayor dependencia de fuentes externas, lo que podría poner en riesgo tanto la seguridad de suministro como el desarrollo industrial.
Elevada fiscalidad
Sin embargo, las centrales nucleares se ven penalizadas con una elevada carga fiscal, de hecho, a nivel nacional la fiscalidad sobre la energía nuclear se ha disparado más de un 400% desde 2008. Además, recientemente se ha producido el último alza del 30% por el incremento de la tasa para financiar el Plan General de Residuos Radioactivos, conocida como tasa Enresa hasta situarse en los 10,36 €/MWh.
De cara a que este nuevo incremento no tenga impacto en la continuidad de las nucleares, la solución, apuntan, pasaría por destinar la recaudación del impuesto al combustible nuclear gastado de la Ley 15/2012 a cubrir este incremento de la tasa o bien reducir este impuesto en la misma cuantía que lo que se ha incrementado la tasa Enresa.
Así, cerca de la mitad de los ingresos futuros de esta tecnología se dedican a pagar impuestos, lo que pone en riesgo su viabilidad. PwC advierte de que su eliminación implicaría potenciales problemas de suministro eléctrico y la pérdida de competitividad de la industria por el alza en su factura eléctrica de 13,26 euros el MWh. Estas son algunas de las conclusiones del foro La energía nuclear como clave para una Cataluña competitiva celebrado la semana pasada en el Colegio de Ingenieros Industriales de Barcelona.
Un coste de 265 millones de euros extra para la industria catalana
Las centrales nucleares en España están situadas en puntos clave de alta demanda eléctrica, como Cataluña, que hoy cuenta con 3 de los 7 reactores nucleares activos en España y que hacen que el mix de generación catalán sea casi un 60% de origen nuclear, favoreciendo que el 79% de la electricidad producida en Cataluña sea libre de emisiones. Esta Comunidad Autónoma cuenta con 3.147 MW de esta tecnología: Ascó I y II con 1.032 y 1.027 MW, respectivamente y Vandellós, con 1.087 MW.
El no disponer del parque nuclear en Cataluña no sólo supondría un incremento notable en las emisiones de CO2, sino que también aumentaría la dependencia energética catalana. Cataluña, siendo actualmente la comunidad con mayor demanda eléctrica en España, se sitúa entre las regiones con menos emisiones (99 gCO2/kWh), en el caso de cerrar esta tecnología esta ratio podría llegar a triplicarse. Peppi Seppala, miembro del Partido Verde de Finlandia, y Miriam Díaz Hernández, responsable de Ingeniería de Siniestros en Aseguradoras y Riesgos Nucleares, coincidieron en afirmar que la energía nuclear debe formar parte de la transición energética hacia la neutralidad climática.
Actualmente, la generación eléctrica en Cataluña es capaz de cubrir casi por completo su demanda. Sin la energía nuclear, el 64% de la demanda eléctrica de Cataluña se tendría que generar en otras regiones. Además, la ausencia de la potencia nuclear estaría relacionada con un posible riesgo de seguridad de suministro. PwC asegura que tendrá un impacto negativo debido al incremento en el precio de la factura eléctrica, a la pérdida de empleos y al descenso de la competitividad de la economía catalana. “Sin energía nuclear, el precio de la electricidad se vería incrementado hasta en 13,26 €/MWh, lo que supondría un aumento del coste anual del suministro eléctrico para la industria catalana en 265 millones de euros”, asegura.
En la jornada han participado Laura García, de la Junta de Gobierno de Enginyers de Catalunya; Esther Martínez Arroyo, directora de Consultoría de Energía de PwC; Peppi Seppala, del Partido Verdes Finlandia; Miriam Díaz Hernández, vocal de la junta directiva de Women in Nuclear; Ignacio Araluce, presidente de Foro Nuclear, Paulo Domingues dos Santos, director general de la Asociación Nuclear Ascó-Vandellòs (ANAV); Salvador Sedó, director de Desarrollo Sostenible de Foment del Treball; y Lluis Batet, profesor de Recursos Energéticos y director del Máster en Ingeniería Nuclear de la Universitat Politénica de Catalunya.
Toni
08/07/2024