Cepsa acaba de presentar su nuevo plan estratégico a 2030 cuyo objetivo es avanzar en la descarbonización. Es decir, quiere avanzar en la transición energética.
Es cierto que no le queda otra, pero los avances presentados este miércoles por su nuevo CEO, Maarten Wetselaar, son el camino correcto. Como ellos bien han querido denominar este cambio, Positive Motion, es positivo no sólo para la compañía y sus accionistas sino también para los intereses de España.
La descarbonización es el objetivo final, pero ahora toca demostrarlo con los hechos. Wetselaar ha conseguido con este nuevo plan volver a colocar a Cepsa en el centro del panorama energético y además quiere hacerlo por muchos años porque la apuesta de la compañía por los biocombustibles y el hidrógeno verde será de calado y eso ayudará y mucho a la transformación de sectores económicos tan importantes como la industria y el transporte.
La base de esta nueva Cepsa, del giro verde de la compañía petrolífera, se realizará en sus grandes polos industriales situados en Andalucía (Cádiz y Huelva). Es allí donde se realizarán los grandes esfuerzos inversores para dotar a la compañía de una posición de liderazgo en la transición energética a finales de esta década.
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