La Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC), la mayor petrolera del país, ha completado la construcción de su primera zona piloto de gas de esquisto a nivel nacional, con la que pretende elevar su apuesta por esta fuente de energía.
La capacidad de producción diaria de la zona, llamada Changning-Weiyuan y situada en la provincia suroccidental de Sichuan, supera el objetivo de los 7 millones de metros cúbicos diarios que tenía la compañía, según dijeron el jueves PetroChina Southwest Oil y Gasfield Company, afiliadas a la CNPC.
Actualmente, el área cuenta con 83 pozos en las ciudades de Yibin y Neijiang, que tienen una producción anual de más de 2.000 millones de metros cúbicos, cuatro años después de que el proyecto se aprobara en marzo de 2012, y de que el primer pozo fuese construido dos años antes.
La zona piloto se suma a otras iniciativas para aumentar la exploración y extracción de gas de esquisto, mientras el país intenta diversificar sus fuentes de energía para abandonar de forma progresiva la dependencia del carbón, gran causante de la contaminación que padece buena parte de China.
Así, Sinopec, la mayor refinería del gigante, anunció en diciembre que su proyecto de gas de esquisto Fuling en la municipalidad de Chongqing, limítrofe con Sichuan, ha alcanzado una producción anual de 5.000 millones de metros cúbicos anuales.
Según la CNPC, China sigue a EEUU como el segundo mayor desarrollador de gas de esquisto, si bien muy lejos de los niveles de producción de la primera economía mundial, que equivalen aproximadamente a 1.300 millones de metros cúbicos al día.
China cuenta con cerca de 26.000 millones de metros cuadrados de reservas de gas de esquisto, las mayores del mundo, pero aún trabaja en técnicas de explotación, dificultadas por la complicada geología del país.
Por el momento, la producción total de gas de esquisto constituye menos del 1 por ciento de la producción china de gas natural, mientras que en EEUU la misma equivalencia es del 35 por ciento.
Sinopec indicó el pasado diciembre que hay planes para un yacimiento de gas de gran escala con una capacidad de producción anual de 10.000 millones para el 2017, que, de alcanzarse, podría contribuir a reducir el dióxido de carbono de China en 12 millones de toneladas anualmente.
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