La rama de investigación del gigante bancario estadounidense Goldman Sachs ha llegado a la conclusión de que China está actualmente en camino de generar casi tres veces más energía a partir de turbinas eólicas y paneles solares de lo que el gobierno se ha fijado como objetivo.
Según un informe publicado por Goldman Sachs a finales de marzo, la capacidad combinada del sector chino de la energía solar y eólica alcanzará los 3,3 teravatios (TW) en 2030. Esta cifra supera con creces el objetivo actual del gobierno chino de 1,2TWh.
La conclusión del informe es que, con un ritmo tan acelerado de despliegue eólico y solar, China podría ser autosuficiente energéticamente en 2060.
"A medida que China se centra en los retos de reducir los combustibles fósiles importados, consideramos que un sistema de energías renovables asequible, equipado con suficiente almacenamiento de energía y transmisión de red inteligente, es la solución a largo plazo de China para lograr la autosuficiencia energética", escriben en el informe los analistas de Goldman Sachs Nikhil Bhandari, Amber Cai, Chao Ji y Chelsea Zhai.
Renovables y almacenamiento
En cuanto a la autosuficiencia energética de China, Goldman Sachs espera que los avances del país en renovables ayuden a reducir sus importaciones de energía en un 10% para 2030, aunque esto "sería sólo el principio".
A más largo plazo, los analistas de Goldman Sachs prevén un recorte del 50% de las importaciones energéticas a principios de la década de 2040 si las instalaciones de renovables se aceleran según sus previsiones.
A su vez, Goldman Sachs espera que, debido a las innovaciones en los costes de las renovables, el ritmo de despliegue de la energía eólica y solar en China acabe por reducir los costes energéticos para los consumidores.
Sin embargo, para conseguirlo, China necesitará invertir 2,26 billones de dólares hasta 2040 tanto en renovables como en almacenamiento en red.
En concreto, China necesitará unos 520 GW de almacenamiento, de los cuales más de tres cuartas partes deberán proceder de baterías -70 veces más que en 2021- y el resto de centrales hidroeléctricas de bombeo.
Redes
Esperamos que una red inteligente y bien conectada se convierta en un componente esencial de la "Internet de la Energía" de China, un sistema eléctrico modernizado que integre diferentes tipos de recursos energéticos y permita la transmisión y transacción de energía a gran escala e interactiva", escriben los autores.
"A medida que Internet de la Energía se expanda, esperamos que permita soluciones más innovadoras en materia de energía y transmisión, como centrales eléctricas virtuales, análisis de big data y despacho de energía en tiempo real, lo que a su vez permitirá una cuota aún mayor de energía verde en el mix de generación."
Por supuesto, si la inversión no cumple las previsiones y expectativas de los informes de Goldman Sachs, es posible que China no alcance estas vertiginosas cotas. Sin embargo, de todos los países que están invirtiendo actualmente en una transición hacia la energía verde, China tiene tanto los recursos como la fuerza de voluntad para escalar las potenciales alturas que tiene ante sí.
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