La evolución de los costes de generación de las energías renovables han sido un revulsivo decisivo para su implantación en la mayoría de los rincones del planeta, aunque los precios han mejorado tanto que, en algunos casos, como China, se acaban volviendo en contra de las empresas desarrolladoras de los proyectos. Como las expectativas de la evolución de los costes de producción y construcción de los proyectos de energías renovables anuncian una continua bajada durante 2016, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reformas de China, (NDRC) ha aprovechado la coyuntura para anunciar que va a recortar las ayudas (FIT) a la energía solar y a los proyectos eólicos el año que viene para reflejar la nuevas condiciones del mercado.
Un comunicado publicado en la página web de la NDRC ha confirmado que la Comisión reducirá las ayudas a los nuevos proyectos hasta un 11%, una disminución de entre 0,02 y 0,10 yuanes / kWh o, lo que es lo mismo, entre 0,3 y 2 centavos de dólar/ kWh para los parques conectados a la red.
Rosie Pidcock, gerente de Desarrollo de Negocio en UGE International, dijo a Reuters que serán las plantas fotovoltaicas a gran escala situadas en las regiones más secas, calurosas y menos pobladas de China occidental las que sufran los mayores recortes, aunque no serán tan grandes como para que el desarrollo de las renovables se vea afectado de manera sustancial.
Los recortes, que ya habían sido anticipados por Pekín en los últimos meses, ahora se interpretan como un intento de centrarse en la implantación de sistemas de energía solar de tamaño más pequeño. "La intención del gobierno central es que el futuro de la energía fotovoltaica se desarrolle en China oriental y, preferiblemente, mediante instalaciones de generación distribuida”, dice Frank Haugwitz, analista de energía en la República Popular de China.
Por otra parte, en vista de los recortes anunciados, se espera un auge de las solicitudes de proyectos antes de que las ayudas (FIT) sean revisadas y corregidas a la baja. Un boom previsible que, sin duda, ayudará a que China alcance sus ambiciosos objetivos planteados para la energía fotovoltaica. El Gobierno chino tenía establecido un objetivo para 2015 de hasta 17,8 GW de nueva capacidad instalada, con una cuota adicional de 5,3 GW a conectar a la red en el primer semestre de 2016 distribuidos entre 14 provincias.
La dependencia excesiva del carbón, que alimenta más del 70% de la demanda eléctrica de China, y el empeoramiento de la contaminación en las grandes poblaciones urbanas de China, ha empujado al Gobierno a intensificar sus esfuerzos en el campo de las energías limpias con una reforma del sector energético en noviembre que dará a los productores de energía renovable un trato preferencial en sus ofertas de electricidad.
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