CIDE: Sin demanda ni redes, los objetivos del PNIEC serán inalcanzables

La electrificación del consumo se sitúa como el reto prioritario de la transición energética en la actualidad, según se ha puesto de manifiesto durante la celebración del XIX Congreso de la Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica, CIDE. La asociación, que engloba a 190 compañías del sector, ha analizado cuáles son las medidas necesarias para facilitar al consumidor la electrificación de su demanda, así como el papel esencial que está desempeñando la pequeña y mediana distribución, especialmente en el entorno rural.

En esta línea se ha expresado el presidente de CIDE, Gerardo Cuerva Valdivia, quien ha trasladado que “es el momento de avanzar en la electrificación del consumo y en allanar el camino a los consumidores. Para ello, hay que invertir en redes para que el cliente tenga la potencia disponible en el momento en que la demande. Y para que esa inversión suceda, España necesita certidumbre y presentarse ante los mercados de forma atractiva y robusta, pues todos los países de nuestro entorno caminan en la misma dirección y el capital irá donde más certidumbre halle y donde mejor sea retribuido”.

Representantes de la Administración y expertos del sector han aportado su propia visión ante los más de 450 profesionales que se han dado cita en el Palacio de Congresos de Toledo El Greco. En la apertura institucional, el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez Romo, ha compartido la estrategia de transición energética implementada por el consistorio con proyectos pioneros, “ejemplo para otras ciudades españolas e internacionales, como primera Ciudad Patrimonio de la Humanidad que promueve una Comunidad Energética con más de 120 solicitantes a través de placas solares en cubiertas municipales fuera del casco histórico para no alterar la estética de la zona patrimonial”.

Renovables y PNIEC

Por su parte, el presidente de CECAM-CEOE-CEPYME de Castilla-La Mancha, Ángel Nicolás, ha resaltado la necesidad de fomentar el diálogo y acuerdo entre agentes sociales y administración para “atender la realidad y dificultades de las Pequeñas y Medianas Empresas que representan el tejido empresarial de nuestro territorio y el medio rural en el que trabajan las empresas de CIDE”.

El presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, ha destacado la importancia de impulsar las redes, ya que “se está planteando una electrificación absoluta desarrollada sobre la base de la descarbonización y, para eso, es necesario un gran salto en las infraestructuras eléctricas. Hoy se producen cuellos de botella que paralizan desarrollos urbanos e industriales y, para que esto no ocurra, es preciso un esfuerzo decidido y rápido en el despliegue de la red”.

El Congreso ha contado también con la consejera de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha, Mercedes Gómez Rodríguez, quien ha puesto de relieve el liderazgo de la Comunidad Autónoma en la generación de energías renovables, apuntando medidas para que sea accesible en el territorio, como “poder contar con subestaciones eléctricas que permitan a las empresas distribuidoras tener esa energía a su alcance para distribuirla a todos los vecinos y empresas del territorio que la necesiten”.

De la generación de renovables a la electrificación del consumo

Las energías renovables representaron más de la mitad de la electricidad generada en España en 2023, mientras que la electrificación del consumo para el mismo ejercicio se situó en un 23,3%. Para acelerar la demanda, durante la jornada se ha remarcado la necesidad de cumplir con los objetivos del nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que contempla, entre otras medidas, 308.000 millones de euros de inversión hasta 2030, incrementar la demanda de electricidad un 34% y alcanzar un grado de electrificación de la economía del 35% (desde el 32%), así como avanzar del 39% de independencia energética al 50%.

Con la vista puesta en el consumidor, la capacidad de anticipación y la viabilidad de los costes de conexión, se han apuntado como actuaciones prioritarias para que la transición energética sea un éxito. Asimismo, se ha instado a dinamizar la electrificación de sectores clave, como el transporte o la calefacción, y a aprovechar oportunidades como las que suponen nuevos suministros en referencia a los centros de procesamiento de datos (CPD,s). Entre las cuestiones más urgentes, se requiere acelerar el desarrollo e implantación de la infraestructura de recarga pública de vehículo eléctrico, siendo la movilidad sostenible uno de los elementos que están agudizando la brecha energética con el entorno rural. CIDE solicita que se posibilite al distribuidor como último recurso para la implantación de la infraestructura pública de recarga en aquellas localidades donde no haya interés por parte del mercado.

52.000 millones de inversión y estabilidad regulatoria

Como nexo entre la generación y la demanda, la mejora y el desarrollo de las redes ha sido otro de los grandes temas analizados durante el Congreso. Para contar con la infraestructura necesaria, la inversión contemplada en el PNIEC asciende a 52.000 millones de euros, orientados a la modernización, digitalización y capilaridad del sistema. En este punto, las empresas de CIDE han recordado que dicha inversión no será factible sin una revisión de la normativa que eleve los actuales límites a la inversión en redes.

Asimismo, el sector ha reclamado avanzar hacia un modelo retributivo que reconozca las inversiones realizadas, incentive la eficiencia y trate a todos los agentes con equidad. En definitiva, medidas que proporcionen un marco regulatorio estable y seguro a los operadores.

Facilitar la transición energética en la España rural

El Congreso anual también ha sido el foro adecuado para resaltar el doble compromiso de las empresas de CIDE con el reto energético y demográfico, dada su implantación en la España rural, donde prestan servicio a más de dos millones de personas en medio millón de hogares. En este marco, el modelo que se está dibujando ha de tener en cuenta la realidad bajo la que operan los distribuidores de menos de 100.000 clientes en cuanto a sus mercados, eminentemente rurales, y su dimensión. La colaboración entre la Administración a todos sus niveles y empresas del sector es más que nunca necesaria para dar respuesta a las singularidades de la España rural, posibilitando que los avances de la transición energética lleguen a buen ritmo y a todos los territorios.