Política energética

Los combustibles fósiles seguirán representando el 40% del mix energético chino en 2050

El informe de DNV sobre la transición energética china destaca la enormidad de su cambio hacia la energía verde, pero también la persistencia de los combustibles fósiles en su mix energético.

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Según el informe Perspectivas de la transición energética de China de DNV, el país se está estableciendo como líder de la energía verde con una acumulación sin igual de energía renovable y exportación de tecnología renovable. Por otro lado, DNV prevé que los combustibles fósiles seguirán representando el 40% de su mix energético en 2050.

La independencia energética es una motivación clave de la política energética china, pero sólo se conseguirá en parte. El sector eléctrico se está descarbonizando rápidamente mediante la sustitución del carbón por energías renovables de origen nacional, y el carbón de producción nacional será en gran medida suficiente para los segmentos de demanda de carbón restantes en 2050.

Sin embargo, el uso de petróleo y gas seguirá dependiendo de las importaciones. Aunque el consumo de petróleo se reduzca a la mitad en 2050 respecto a su máximo de 2027, su uso en la petroquímica y el transporte pesado (aviación y transporte marítimo) persistirá y el 84% del consumo de petróleo se cubrirá mediante importaciones. El consumo de gas natural seguirá siendo elevado, con un consumo en 2050 ligeramente inferior a los niveles de 2023 y un 58% importado.

El fuerte apoyo político se refleja en la rápida adopción de tecnologías verdes. China, que ya es líder en inversiones en energías renovables, quintuplicará con creces las instalaciones de energías renovables de aquí a 2050. En 2010, la energía eólica sólo representaba el 1% de la producción eléctrica china. Sin embargo, la política ha acelerado el sector y hoy la energía eólica es la mayor fuente de electricidad de China después del carbón y la energía hidroeléctrica, con un 9,4% del suministro total de electricidad en 2023. A mediados de siglo será sin duda el mayor mercado eólico del mundo.

Del mismo modo, la energía solar representaba menos del 1% de la generación eléctrica en 2015 y en menos de una década ha aumentado hasta el 5% actual. La energía solar y la eólica aportarán cada una el 38% de la producción de electricidad en 2050.

"El intenso enfoque político y la innovación tecnológica están transformando a China en una potencia de energía verde", dijo Remi Eriksen, presidente y consejero delegado del Grupo DNV. "Hay mucho que admirar en la transición energética de China. Hay signos visibles de un gran esfuerzo de descarbonización y desarrollo de tecnologías limpias dentro de las energías renovables, el almacenamiento y las tecnologías de transmisión. Sin embargo, hay potencial para que China impulse aún más su transición para reducir su dependencia de los combustibles fósiles más y más rápido - y para acercar a China a las emisiones netas cero para 2050".

El consumo energético chino alcanzará su punto máximo en 2030 y se reducirá un 20% en 2050, impulsado por la electrificación y las mejoras en la eficiencia energética. Este descenso también se verá favorecido por los cambios demográficos, que incluyen una disminución prevista de 100 millones de habitantes.

De una posición en la que, en 2023, China era responsable de un tercio de las emisiones mundiales de CO2 relacionadas con la energía, en 2050 ese porcentaje se habrá reducido a una quinta parte. En términos absolutos, las emisiones de China se reducirán en un 70%, siguiendo una trayectoria próxima al cumplimiento de su objetivo de neutralidad de carbono para 2060.

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