La comisaria europea de Energía**, Kadri Simson**, ha pedido a China "cooperación" para acelerar la transición energética a nivel global, pero defendió que la Unión Europea (UE) seguirá pidiendo al gigante asiático "prácticas comerciales justas" y "reciprocidad" en este campo.

Simson, que se encuentra en China para participar en el 11º Diálogo entre China y la UE en materia de energía, afirmó que ambas partes deben "acelerar" esa transición, además de "reducir el costo de las tecnologías comerciales existentes y llevar nuevas tecnologías al mercado lo más rápido posible".

"Pero para eso tenemos que cooperar", dijo hoy en un discurso en la Universidad de Energía Eléctrica del Norte de China en Pekín.

Simson, que se reunirá durante su estancia con el director de la Administración Nacional de Energía china, Zhang Jianhua, destacó que el encuentro llega semanas antes de que se celebre la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima COP28 en Dubai.

"China y la UE son dos grandes fabricantes de tecnología de energía limpia y tenemos un interés común, que haya un mercado del gas y del petróleo estable, abierto y predecible. Ambos compartimos un horizonte neto cero: 2050 para Europa, 2060 para China", agregó.

La transición energética para China y la UE

Simson destacó que hay un proceso "imparable" hacia una nueva economía energética mundial, impulsada por "la difusión acelerada e irreversible de tecnologías de energía limpia", como la solar y la eólica, además de "vehículos eléctricos, producción de hidrógeno, tecnologías nucleares avanzadas, baterías y muchas otras".

"Crearán muchas oportunidades tanto para China como para la UE y nos ayudará a luchar contra el cambio climático", dijo.

Simson aseguró que la dependencia energética ha otorgado influencia a países como Rusia que "la utilizan para obligar a los estados más pequeños y vulnerables para ceder a su voluntad".

"La agresión militar de Rusia no sólo está dañando a Europa. Está dañando al mundo y a China. Porque ha dañado la confianza en el sistema energético global", aseveró, y avisó de que "corremos el riesgo de caer en un mundo fragmentado en bloques energéticos".

Según la política estonia, China se beneficiará de "mercados energéticos globales abiertos y transparentes", pero acotó que la UE debe apostar por la competencia "en un mercado libre que sea justo" y por "reducir los riesgos de dependencia".

Simson defendió durante su discurso la investigación antisubsidios sobre las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China: "Nuestro objetivo es promover un comercio más libre y justo, no socavarlo".

"Llevaremos a cabo esta investigación con imparcialidad, transparencia y en plena consulta con todos los operadores del mercado", afirmó.

Así, pidió a China "igualdad de condiciones" y recordó que las empresas europeas se enfrentan "a importantes y crecientes barreras de acceso al mercado chino".

Se trata, en suma, de "establecer los términos de una relación justa y duradera también en el comercio de energía entre Europa y China".

"Nos interesa poder beneficiarnos de la experiencia, la calidad y el liderazgo de la tecnología china", añadió, al mismo tiempo que "a China le conviene permitir la inversión europea en su país, lo que crea contenido local, empleos y crecimiento".

Según Simson, China es un socio clave en la descarbonización global y comparte con la UE el mismo objetivo para llevar a cabo la transición a la energía limpia con miras a implementar con éxito el Acuerdo de París.