El recientemente elegido como 47º presidente de EEUU es un declarado fan de los coches pero también de su país. ¿Cómo queda entonces el panorama a corto-medio plazo? ¿Puede ser clave la figura de Elon Musk?
Por segunda vez y solo cuatro años después de salir de la Casa Blanca, Donald Trump vuelve a ser el Presidente de los Estados Unidos. La aplastante victoria frente a su rival, la demócrata y actual vicepresidenta de Joe Biden, Kamala Harris ha devuelto la sonrisa a muchos y la preocupación a otros. Circunstancias que se extrapolan, igualmente, al mundo del automóvil, en el que el propio Trump siempre tiene algo que decir. De hecho, mucho expertos ya advierten de que su victoria está acompañada de un importante aumento en los aranceles para diversos campos, entre ellos el automóvil.
Porque el líder republicano no se ha cansado nunca de repetir durante sus apariciones públicas que las propuestas lanzadas por Harris obligaban a los ciudadanos a tener que comprarse un coche eléctrico, cuando la mayoría no podían hacerles frente económicamente. Por ello pese a declararse seguidor de los mismos ha remarcado que también es necesaria una convivencia con los motores de combustión de toda la vida e incluso con los híbridos. Sin embargo, la amenaza de que a partir del próximo 20 de enero de 2025 (día en el que es investido por segunda vez) corte las ayudas a la compra de coches eléctricos (dotadas hoy por hoy con 7.500 dólares), sobrevuela el aire.
Y eso que nada más conocerse su victoria, las acciones de uno de los fabricantes volcados con la electrificación y causante de una revolución total en el sector como es Tesla, se hayan disparado casi un 14% en bolsa. Evidentemente, el hecho de que su fundador y propietario, Elon Musk, sea un declarado seguidor acérrimo de Trump ha tenido bastante que ver. Pero ojo, porque la relación entre ambas es la más kafkiana que se ha podido ver en este siglo ya que mientras que Tesla se sigue erigiendo como un auténtico rompe tendencias, Trump sigue defendiendo lo patrio y lo tradicional hasta el punto de que cuando Tesla anunció su Cybercab, el en ese momento candidato dijo que no les permitiría circular.
Extranjeros no, americanos sí
Sin embargo, una de las principales preocupaciones que vienen de la mano de esta victoria de Trump es la imposición de unos aranceles salvajes. En este caso no nos referimos únicamente a los vehículos eléctricos de origen chino, que ya cuentan con una tasa del 100% impuesta por la administración Biden, sino que pone el foco en aquellos modelos que se ensamblen en su país vecino: Méjico. En uno de sus últimos mítines celebrado en Juneau, Wisconsin, el magnate redobló su amenaza en la que sobre el 100% inicial que había dicho días antes, subió al 200% de arancel para evitar que los coches fabricados allí pasaran la frontera. Lo que quizá Trump no sabe es que solo en 2023 se exportaron 3 millones de coches desde el país vecino, de los cuales la mitad correspondió con marcas norteamericanas como Ford, GM y Stellantis. De vuela a Tesla, el propio Musk ya paralizó la construcción de una Gigafactoría en Nuevo León, México, y que de ser una realidad se convertiría en la planta más grande del mundo para la producción de vehículos eléctricos.
Para conseguirlo, el propio Trump ha afirmado que sus propuestas de políticas económicas generarán empleo en Estados Unidos al alentar a las empresas extranjeras a establecer instalaciones locales en el país. Si se niegan a hacerlo, se aplicarán nuevos aranceles a todos los bienes fabricados en el extranjero e importados a Estados Unidos. De hecho, durante otro de sus discursos realizado en Savannah (Georgia) puso el foco en una reducción del 21 al 15% de los impuestos para todos “aquellos que quieran fabricar sus productos en EEUU”. Tanto es así que centró el tiro directamente en los fabricantes alemanes asegurando que quería que se convirtieran en “empresas automovilísticas estadounidenses, construyendo sus plantas aquí”, sentenció.
Pero la promesa no quedó ahí porque confirmó que “les daré los impuestos más bajos, los costos de energía más bajos, la menor carga regulatoria y acceso libre al mejor y más grande mercado del planeta. Ahora bien, esto solo será posible si fabricas tu producto aquí; si no, todo se acaba y aunque contrates a trabajadores estadounidenses, si la producción no se realiza en América, tendrás que pagar un arancel, un arancel muy alto”, concluyó.
Cómo afecta esto a los fabricantes germanos, para empezar Audi tiene en Méjico una de sus mayores plantas, al tiempo que BMW, Volkswagen o Mercedes-Benz también producen cientos de miles de coches dentro del territorio presidido de nuevo por Trump y no solo de cara a su propio mercado, sino con exportaciones masivas. Este es el caso de la fábrica de Spartanburg de BMW donde la firma bávara produce prácticamente la totalidad de gama de SUV, dando empleo a 11.000 personas. De hecho durante varios años, ha ostentado el título de mayor exportador de automóviles de Estados Unidos en términos de valor, con aproximadamente 10.100 millones de dólares en 2023.
En ese mismo año, la producción de las marcas germanas fue récord. La mitad de los más de 900.000 vehículos producidos en las diferentes plantas de las empresas en la región se exportaron a otros mercados. A cierre del año pasado, la industria automovilística alemana empleaba a unas 138.000 personas en Estados Unidos, de las cuales 48.000 trabajan para los fabricantes y 90.000 para sus proveedores. En el primer semestre de 2024 Washington fue el principal comprador de las exportaciones de automóviles germanos. Por eso, la patronal alemana de los fabricantes de automóviles (VDA) ha pedido a la Unión Europea un mayor esfuerzo para mantener y ampliar la colaboración con Estados Unidos tras la victoria de Donald Trump.
Por último, presidente también ha expresado su disposición a recibir a los fabricantes de automóviles chinos en su mercado pero, eso sí, con una condición: que fabriquen sus vehículos localmente. “Vamos a dar incentivos y, si China, al igual que otros países quieren venir aquí y vender los automóviles, construirán plantas aquí y contratarán a nuestros trabajadores”.
Yo lo que veo, es que suelta discursos, sin ni siquiera estudiarlos. Dice lo que en ese momento algunas personas quieren oír, y queda bien, es campaña politica.
Dice: Les daré los impuestos más bajos, los costos de energía más bajos, la menor carga regulatoria y acceso libre al mejor y más grande mercado del planeta.
¿Los costos de energia mas baratos, ¿con los sistemas energeticos antiguos, carbon, petroleo y gas?
El mas grande mercado del planeta, pero, de coches de combustion. ¿Ya veremos si Tesla, no se arrepiente de haberle ayudado?. ¿No sabemos, si favorecerá a los coches de combustion o a los coches electricos en EEUU.
Creo que no sabe, que el mas grande mercado del planeta de coches electricos es China. Dice, que si China quiere vender coches en EEUU, tendrá que tener las fabricas allí. Lo que parece que no sabe, es que a China, actualmente, no lo hace falta el mercado de EEUU, para vender coches, autobuses etc, electricos en todo el planeta.
Primero, porque en EEUU, actualmente, se venden muy pocos coches electricos, comparado con la venta de los de combustion.
Segundo, porque mientras que EEUU, tiene todavia su industria automovilistica basada el el motor de combustion, China, vende en todo el planeta todo tipo de transporte electrico. No solo vende, sino que ademas controla todo el ecosistema. Cosa que EEUU actualmente, ya no controla.
El anterior gobierno, se dio cuenta del atraso de EEUU, y aplico la ley IRA. Ley de reducción de la inflacion. Un ambicioso proyecto para fomentar las inversiones en movilidad electrica, y tecnologias energeticas renovables. Un proyecto que actualmente, les esta funcionando bien.
Por poner un ejemplo: La empresa norteamericana Amprius es una de las más prometedoras cuando hablamos de la próxima generación de baterías. Unos modelos con ánodo de silicio dominante que ahora son noticia al haber comenzado la que será su última fase de pruebas antes de llegar al mercado. Como recordamos, la base de esta batería es un ánodo de silicio, que es el electrodo positivo que sobre el papel puede almacenar 10 veces más litio que el grafito de uso más común, con unas cifras según la compañía de 360 Wh/kg y 1200 Wh/L. Además, lo hace con un mayor nivel de seguridad ante una fuga térmica incluso enfrentándose a elevadas potencias de salida.
Estas baterías han sido enviadas esta semana al Consorcio de Baterías Avanzadas de los Estados Unidos (USABC), una iniciativa que permite a los fabricantes de coches colaborar con los desarrolladores de baterías para vehículos eléctrico.
Un dato de lo mucho que se esta haciendo en mejora de energia en EEUU.
Me preocupa, que acabe con la investigacion y mejora en este caso de baterias, pero, tambien, segun las noticias que vienen, de la mejora de energias renovables. EEUU, es un pais que puede aportar con su investigacion, mucho avance en cuestion de movilidad y energia. Pero, ahora nos quedan dudas de si esto seguira pasando.
Eduardo
07/11/2024
Este artículo está lleno de errores, bulos e ignorancia.
Trump nunca dijo que no permitiera circular al cybercab. Os reto a que lo comprobeis y en caso de que esteis equivocados, corregidlo junto con el resto de errores del articulo.
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galan
07/11/2024