Hablar del Range Rover es hacerlo del Land Rover más exclusivo y lujoso desde que apareciera hace 49 años. Así fue como lo concibió la firma británica en 1972, para elevar no uno sino varios puntos el lujo de la firma. Ahora, casi medio siglo después de su lanzamiento, el Range Rover es sin duda uno de los todoterrenos más deseados por la alta alcurnia internacional. Nosotros lo hemos tenido a menos de un palmo y no podemos decir más que “¡guau!” Porque los ingenieros y diseñadores británicos se han superado, tanto por diseño, como por calidad, espacio y, sobre todo, eficiencia ya que esta generación, la quinta, es la más electrificada de toda su historia.
El todocamino británico estará disponible con dos mecánicas diésel microhíbridas de 300 y 350 CV, con un bloque de seis cilindros en línea perteneciente a la familia Ingenium ala que se sumarán en enero de 2022 dos versiones híbridas enchufables de 440 y 510 CV con, ojo, hasta 100 km de autonomía eléctrica y cargas en corriente continua de hasta 50 kW gracias a su batería de 38,2 kWh. Pero la punta de lanza de la electrificación en este Range Rover vendrá en el 2024, año en la que estará disponible la versión 100% eléctrica del modelo, la primera de toda su historia. Una versión que ha sido posible gracias a la nueva plataforma MLX Flex que sostiene al modelo y que ha sido desarrollada de cero para poder ofrecer mecánicas tanto de combustión como híbridos enchufables y esta eléctrica.
Despampanante
En lo que ha diseño o estética se refiere, este Range Rover parece mantener una línea bastante continuista pero lo cierto es que cuando uno aprecia los pequeños detalles ve que los diseñadores británicos han dado todo por ofrecer una silueta mucho más moderna y dinámica. A destacar el robusto frontal con la característica calandra secundada en este caso por unos faros mucho más estilizados con tecnología LED digital que proporcionan un rango de luz de hasta 500 metros.
Si bien cuenta con una poderosa influencia de su hermano pequeño, el Velar, basta con echar un ojo a su parte trasera para ver que se trata de un modelo único. Y es que aquí es donde se ha puesto toda la carne en el asador para ofrecernos un coche que más bien parece del futuro que del presente. Los responsables, los nuevos faros verticales que cuando no están activos se esconden tras una moldura en negro que, todo dicho sea de paso, le otorgan una personalidad excepcional.
El resto de elementos que conforman esta despampanante silueta son: llantas de hasta 22 pulgadas, tiradores de las puertas enrasados, una línea de cintura elevada y la posibilidad de equipar un techo en otro color dando la sensación de ser flotante. Todo ello presentado en dos longitudes, la SWB con 5,05 metros y la LWB con 5,25 metros y que sin duda hará las delicias de los más pudientes.
Como el salón de casa
Si el diseño exterior parece bastante continuista, cuando abrimos las puertas y accedemos al interior lo primero que notamos es una atmósfera de lo más cálida, similar a la de cualquier salón de estar. Antes de entrar en detalle cabe resaltar que este Range Rover puede configurarse con 4, 5 o 7 asientos dependiendo de la carrocería escogida, si bien la de batalla larga ofrece por primera vez las siete plazas. La guinda la ofrece un maletero que parte de los 713 l para los LVW de siete plazas y aumenta hasta los 725 l en los SWB. Un maletero que por cierto ofrece también de manera inédita una apertura dividida con una bandeja inferior que aumenta la versatilidad (puede sumar un par de cojines) pero que quizá reduce el confort de carga. También hay que mencionar que las versiones de batalla larga ofrecen una capacidad de 316 l con todos los asientos desplegados, y llega hasta los 2.600 litros con todos los respaldos abatidos.
Pero como decíamos antes el que opta por un Range Rover lo hace por ese punto exclusivo que le convierte en un todoterreno único en su categoría. Materiales de gran calidad (entre los que se encuentran la inédita cerámica) y molduras de primer nivel se entremezclan con otros de corte sostenible para aumentar la conciencia del modelo. Las unidades vistas traían una configuración interna al más puro estilo Business, es decir, con dos asientos en su parte trasera y una consola central desde la que poder manejar múltiples funciones del vehículo. Tras ella, se pueden pedir desde una nevera integrada hasta una mesa eléctrica retráctil pasando por un sistema multimedia compuesto por dos pantallas.
Y es que la conectividad ha sido uno de los temas más trabajados por los ingenieros británicos como bien muestra la pantalla central de 13,1 pulgadas o el cuadro de instrumentos de 13,7 pulgadas, ambas completamente configurables. El sistema multimedia incluye actualizaciones inalámbricas de su software con más de 70 módulos electrónicos e incluye entre algunas funciones el asistente Alexa de Amazon. El control vocal acepta órdenes en lenguaje natural y aunque las pantallas copan prácticamente todo el salpicadero el Range Rover también ofrece mandos para regular algunas funciones como la climatización. Sistema que incorpora un purificador de aire que elimina hasta el 99,9% de las partículas nocivas.
No apto para todos
A falta de probarlo Land Rover nos asegura que esta quinta generación de su todocamino de lujo es la más ágil y dinámica de cuantas se han fabricado nunca. Parte de culpa la tiene la mencionada plataforma que además de permitir de electrificarse al completo le ha hecho mejorar en rigidez estructural. Sin embargo el Range Rover también cuenta con algunos aliados como pueden ser: suspensión neumática en ambos ejes, barras estabilizadoras activas, o un eje trasero direccional en el que las ruedas pueden girar en el mismo sentido o en el sentido contrario hasta un máximo de 7°, el mayor de todo el sector. A todo ello se suma, lógicamente, la inherente capacidad todoterreno que es incluso hasta mejor según Land Rover. Mantiene la caja de transferencias con dos velocidades y reductora con la que ningún obstáculo será impedimento para seguir avanzando.
En definitiva, parece que el Land Rover ha conseguido superarse así misma con esta quinta generación del Range Rover, un modelo que mantiene todo el lujo y la exclusividad de sus generaciones precedentes pero ahora suma ese componente electrificado tan importante en la era actual. No será un modelo apto para todos los públicos, eso sí, ya que el precio parte de los 143.000 € en su carrocería corta y los 151.250 € en la larga. Para conocer el precio de las versiones híbridas enchufables habrá que esperar todavía unos días, claro está, de conocer más información relacionada con el primer Range Rover eléctrico de la historia.
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