El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 prevé la instalación en España de 5.000 MW adicionales de potencia termosolar hasta 2030, lo que supone triplicar la potencia actual en un periodo de 10 años y tendría un impacto total sobre la economía española de 45.582 millones de euros.
Esta es una de las principales conclusiones que se pueden extraer del informe 'La industria termosolar como motor económico en España', elaborado por PwC para Protermosolar.
Dicho informe divide su estudio en tres escenarios: la contribución económica de las centrales termosolares a largo plazo cumpliendo la senda de crecimiento del PNIEC, la potencial ampliación del sistema de almacenamiento en algunas de ellas y el impacto debido a la operación de las centrales en operación en España.
En concreto, el PNIEC ha establecido un "ambicioso" objetivo de penetración de energías renovables en el sistema eléctrico español y, en concreto, para la tecnología termosolar, contempla una potencia instalada de 2.500 MW adicionales para 2025 y otros 2.500 MW para 2030, hasta sumar un total de 7.300 MW de plantas termosolares en España al finalizar la década.
Junto a los más de 45.000 millones de contribución al Producto Interior Bruto (PIB), habría que sumar la contribución total al empleo de la construcción y operación de esta potencia adicional, que generaría en España más de 360.000 empleos.
El 96% de las centrales se ubican en municipios con menos de 50.000 habitantes y más de un 60% del total en municipios de menos de 10.000 habitantes. La riqueza y el empleo local que genera cada una de estas plantas ayuda a combatir la despoblación de la llamada 'España Vaciada' en comarcas de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha.
Además, el informe destaca que la industria termosolar no se centra solo en las provincias donde se ubican y operan las plantas termosolares, sino que se abastecen de empresas distribuidas por toda España, contribuyendo al desarrollo de empresas industriales en Zonas de Transición Justa, como Asturias, afectado por el cierre de centrales térmicas.
Asimismo, la construcción y operación de nuevas plantas termosolares entre 2021 y 2030 generaría más de 400 millones de euros en I+D+i.
Actualmente España cuenta con diez plantas termosolares que podrían instalar almacenamiento y otras siete que podrían expandir el que ya tienen para incrementar su generación nocturna.
Esto beneficiaría, según el informe, la descarbonización nocturna que, actualmente, se encuentra muy lejos de los objetivos que marca el PNIEC. Si bien, en el año 2020, la generación renovable diurna, en promedio nacional, se situaba en torno al 50% (con picos superando el 70%), la nocturna desciende hasta el 35%, con mínimos de apenas el 20%.
Esta modificación de centrales existentes permite reutilizar las infraestructuras para generar energía renovable nocturna a un coste marginal.
Este incremento se realizaría a través de una inversión de 1.700 millones de euros a repartir entre las comunidades de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Valencia, generando un impacto en el PIB de 755 millones de euros.
Parte de estos proyectos podrían ser cofinanciados por fondos europeos materializando así la ayuda en un retorno para el país durante los próximos 15 años, no sólo generando inversión y empleo, sino produciendo energía renovable nocturna a un precio marginal. En términos de empleo, la ampliación del almacenamiento energético de las plantas termosolares supondría un incremento de 15.771 empleos a tiempo completo.
Miguel
14/06/2021