Un consorcio europeo en el que está integrado la Universidad de Córdoba está trabajando para aumentar la estabilidad y eficiencia de los paneles solares de perovskita, la alternativa al silicio que podría democratizar el mercado fotovoltaico al ser más baratos y estables.
La mayoría de los paneles fotovoltaicos del mercado utilizan silicio metálico, un semiconductor muy demandado, que es difícil de obtener y tiene una huella de carbono significativa y se encuentra en la lista de materiales críticos de la UE por su gran importancia económica y alto riesgo de sufrir problemas de suministro, según ha explicado la Universidad de Córdoba en un comunicado.
Como alternativa, la industria fotovoltaica lleva años trabajando para hacer paneles solares a partir de celdas de perovskita, una tecnología que no necesita silicio y que es capaz de convertir la energía solar en electricidad con una eficiencia comparable a la de las celdas de silicio.
Los paneles solares de perovskita
A pesar de su potencial, "la inestabilidad y toxicidad de las celdas de perovskita actuales sigue siendo un problema para llevar estos dispositivos al mercado".
Por eso, un consorcio europeo formado por universidades, centros de investigación y empresas está explorando distintos enfoques para superar estas limitaciones y hacer que la tecnología sea competitiva en el mercado.
Uno de los objetivos de la investigación es sustituir el plomo de las celdas de perovskita –que es tóxico y contaminante– por otros materiales baratos y accesibles, como el estaño, sin que eso comprometa la estabilidad y la eficiencia de los dispositivos.
Otro objetivo pasa por mejorar la vida útil de las celdas de perovskita, que apenas llega a las 200 horas cuando un dispositivo de silicio puede durar 25 años.
El equipo de la Universidad de Córdoba ha conseguido "aumentar significativamente la vida útil con un nuevo diseño bidimensional que combina estructuras 2D y 3D".
En condiciones de laboratorio, los investigadores han conseguido extender la vida útil de los dispositivos de perovskita, alcanzando unas mil o dos mil horas de vida útil.
Para dar el salto al mercado están trabajando en un sistema de encapsulamiento que proteja las celdas de perovskita y evite que se degraden, una solución podría ser clave para que la vida útil de estos dispositivos deje de ser una limitación.
Si se consigue mejorar su seguridad y estabilidad, los dispositivos fotovoltaicos de perovskita ofrecen un "futuro prometedor", según la Universidad.
Por un lado, son mucho más ligeros que los paneles solares convencionales, con lo que se podrían utilizar en pequeños dispositivos electrónicos como móviles u ordenadores.
Además, la fabricación de dispositivos de perovskita es "relativamente fácil y no requiere un material tan caro y codiciado como el silicio".
Esto podría abrir el mercado de paneles fotovoltaicos a otros países, como España, que hoy día no pueden competir con China, el mayor productor de paneles fotovoltaicos del mundo.






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