Un grupo de investigadores de las universidades japonesas de Shinshu, Nagasaki y Chiba, de la Universidad de Alicante (UA) y de las empresas G2MTech y Morgan Advanced Materials han conseguido desarrollar nanoválvulas de grafeno para almacenar grandes cantidades de metano a presión atmosférica y temperatura ambiente.
Según un comunicado de la UA, el hallazgo ha sido publicado recientemente en la revista Nature Energy y abre camino para la producción de cartuchos ligeros de gas natural.
El metano es una de las fuentes de energía más limpias y su almacenamiento plantea un importante desafío ambiental. En este sentido, las actuales tecnologías basadas en gas a presión o gas licuado presentan inconvenientes en términos de seguridad, conservación de energía, coste económico y complejidad.
"Para solucionar esta problemática, en este trabajo se han diseñado nanoventanas finas de grafeno depositadas sobre la boca de entrada de los poros de un material de carbón activado de alta superficie", ha explicado el catedrático de Química Inorgánica de la UA y uno de los autores del artículo, Joaquín Silvestre.
El metano
Estas nanoventanas tienen la peculiaridad de que incrementan su movilidad con la temperatura, de tal manera que se pueden abrir o cerrar a demanda mediante ciclos térmicos.
“Esto permite abrirlas a 200 °C, cargar el sistema de cavidades con metano y, posteriormente, enfriarlo y dejarlo almacenado a temperatura ambiente hasta su uso”, ha detallado Silvestre.








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