Ingenieros de medio mundo trabajando durante décadas. Miles de millones invertidos por los distintos estados para tratar de conseguir un sueño: tener energía infinita y limpia. Hablamos de la fusión nuclear.
Son muchos los pasos que se han dado para lograr el objetivo. Hay varios trabajos importantes, entre ellos el ITER, pero el paso más grande para hacer realidad ese sueño lo han dado ahora dos jóvenes físicos de la Universidad Tecnológica de Chalmers.
Hasta ahora, la comunidad científica se ha encontrado un muro en el desarrollo de esta tecnología. Cuando se ponían a trabajar con el reactor y lo ponían en funcionamiento, veían que había mucho descontrol con algunos electrones. Son lo que se denomina electrones fuera de control.
Estos son los electrones con una energía extremadamente alta que de repente y sin previo aviso pueden acelerar a velocidades increíblemente altas por lo que pueden destruir la pared del reactor.
Los estudiantes de doctorado Linnea Hesslow y Ola Embréus han dado con la solución. Han ideado una nueva técnica para decelerar efectivamente estos electrones fugitivos mediante la inyección de "iones pesados", tales como el neón o argón, en el reactor.
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