El presidente de E.ON, Miguel Antoñanzas, ha asegurado este lunes que “la necesidad de tutela” en los precios de la electricidad por parte del Gobierno supone “una traba” a las posibilidades de desarrollo de la “individualidad” del consumidor “más que una defensa”.
Antoñanzas se ha referido a “aspectos estructurales” del mercado energético que, a sus ojos, deben resolverse en España, y en este sentido ha lamentado que se ha “perdido la oportunidad” de acometer la liberalización del mercado y “acabar con los precios regulados”.
Además, ha abogado por fomentar la transparencia con los precios y sus componentes, y ha añadido que “hay que eliminar del recibo todo aquello que no esté relacionado con el suministro”. Según ha advertido, la subida de precios de algunos componentes no está “directamente ligada al suministro”.
El presidente de E.ON ha aludido a los impuestos y a los costes de la política energética, “que en Europa se han incrementado más de un 30 % en los últimos cinco años”, y que en España “representan ya el 50 %” de la factura eléctrica.
Además, según ha señalado, los consumidores “no entienden” lo que pagan en el recibo de la luz, y el “alto nivel” de los costes ajenos al suministro “impiden” que el cliente pueda beneficiarse de unos precios “cada vez más competitivos” en el mercado mayorista.
Antoñanzas piensa que “la mejor forma” de hacer frente a “la escalada de los costes y los precios” es la eficiencia y el ahorro que facilitan las nuevas tecnologías y dispositivos como los nuevos contadores electrónicos de E.ON.
Antoñanzas ha subrayado que E.ON se ha adelantado a su propio calendario de modo que, a finales de año, todos sus clientes de la zona norte de España dispondrán del contador electrónico.
Y ha recordado que se ha puesto en marcha un proyecto piloto de facturación “hora a hora” con los clientes del mercado libre, de forma que, en lugar de aplicarse el precio promedio diario del mercado, se impulsa “una tarificación personalizada” basada en la lectura horaria real.